MARÍA JOSÉ REAL
Sobre las 11:30 del día de ayer empezaron a oírse unos gritos que
decían «Nosotros limpiamos, nosotros ensuciamos». Esta proclama
procedía de unas quince personas que se manifestaban en el
areopuerto para pedir la mejora del actual convenio colectivo y
que, a medida que avanzaban en su recorrido por las instalaciones
aeroportuarias, tiraban trozos de papeles al suelo. Esta huelga
durará tres días. En el caso de que no se llegue a un acuerdo entre
patronal y los sindicatos convocantes (USO y CCOO), en agosto se
proclamaría una huelga de duración más larga, que podría llegar a
ser indefinida. Con el sonido de los silbatos y las pancartas en la
mano, la comitiva manifestante se paseaba por dentro del aeropuerto
gritando y agitando las pancartas que portaban. La crispación del
ambiente iba creciendo con el paso de las horas y el aumento de
gente que se sumaba a los manifestantes, que en su mayoría eran
trabajadoras del servicio de limpieza del aeropuerto. La tensión
reinante se hizo más que evidente con un pequeño enfrentamiento que
hubo entre los manifestantes y una empleada que trabaja en el
aeropuerto. Estaba indignadísima porque las personas que se
manifestaban esparcían papel al suelo. Así pues, se dedicó durante
algunos minutos a recoger lo que tiraban y este gesto, sumado a las
fuertes recriminaciones de esta mujer, molestó a los manifestantes
que respondieron ante la dura actitud de la trabajadora.
«Nosotros limpiamos, nosotros ensuciamos»
La tensión de la protesta fue creciendo con el paso de las horas