El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Palma dictó el lunes un auto por el que deja en suspenso la orden de paralización y clausura de la planta asfáltica de la carretera de Sant Josep, propiedad de la empresa Matías Arrom Bibiloni (MAB). El auto deja en el aire provisionalmente la decisión adoptada por el Ayuntamiento de Sant Josep el pasado miércoles 7 de septiembre y fija para mañana la fecha de la vista. El juez reclama al Ayuntamiento que remita al Juzgado el expediente administrativo y se persone en la vista para defender las razones que le llevó a ordenar el precinto de las instalaciones.
La constructora presentó un recurso ante los Juzgados para evitar el cierre de la fábrica móvil de asfalto, emplazada en la carretera de Sant Josep a la altura del cruce del desvió del aeropuerto. Al parecer, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Josep Marí Ribas, Reganes, la empresa constructora ha alegado ante el juez, entre otras cosas, que aún tiene en marcha algunas obras y que el cierre de la planta obligaría a dejar sin trabajo al personal contratado. No obstante, el edil recuerda que la autorización para la instalación y el funcionamiento de la planta asfáltica está sujeta exclusivamente a las obras de reforma de la carretera de Sant Josep, ya acabadas, y que, en cambio, el asfalto que se produce se destina a obras de otros municipios.
MAB ya solicitó hace unas semanas al Ayuntamiento una autorización para utilizar la planta en la ejecución de las obras de la autovía del aeropuerto, de las que también es adjudicataria. El Consistorio se negó a ello y encargó un informe jurídico para sustentar la orden de precinto de la instalación. El juez de lo Contencioso Administrativo número 1 oirá mañana a las dos partes para resolver el litigio.
La empresa constructora MAB ha dado distintos argumentos al Ayuntamiento de Sant Josep para mantener en funcionamiento la planta asfáltica. El último de ellos hacía referencia al periodo de garantía de dos años, previsto en el pliego de condiciones de la contrata de las obras de la carretera de Sant Josep. El Consistorio también echó por tierra esta excusa. «No creo que una planta asfáltica instalada sin licencia sobre suelo rústico pueda estar dos años más para arreglar los agujeros que puedan aparecer en la carretera», dijo entonces el concejal de Obras, José Torres, Tomàs.