Pelo blanco y ensortijado, un compositor de siglos atrás escribe extasiado notas en una partitura imaginaria mientras suena una música de fondo. Poco a poco se va despojando de sus ropajes y sufre una metamorfosis que le convierte en un moderno pinchadiscos que mueve los platos sobre una mujer en postura de mesa de mezclas figurada. Era la coreografía con la que se inauguraba la octava edición de los Dj Awards, y que pretendía reflejar en sólo unos minutos la evolución del sonido: del solitario músico que crea con sólo la ayuda de papel y tinta hasta los actuales gurús del dance que se valen de todo tipo de elementos tecnológicos para hacer bailar a las masas. Pasaban unos minutos de la media noche, pero en realidad la fiesta había comenzado mucho antes. Durante todo el día, el hotel Pachá fue un reguero de invitados, participantes, y organizadores que asistieron al evento. Para captarlo todo, medios llegados de recónditos lugares que se unieron a los de conocidos programas de la televisión de nuestro país. Entre ellos el popular Neng, que enviado por Buenafuente hacía de las suyas por ehal del edificio. Hasta tuvo su momento de gloria al recibir un premio por no se sabe qué cuando irrumpió en el escenario arrancando las carcajadas del público: buena maniobra de la organización para asegurarse unos segundos en el programa líder de audiencia. Los actos promocionales de las marcas patrocinadoras del evento se sucedieron durante la tarde, y el Ocean Drive fue el lugar escogido para calentar motores antes de la entrada a la discoteca. Fue una ceremonia amena, sin caer en el tedio que muchas veces supone nombrar uno por uno a todos los candidatos antes de dar a conocer al ganador. Los dos presentadores introducían -el en inglés, ella en español- cada categoría mientras un freak con un vestido estampado de viñetas de comic ponía colorido en un escenario donde brillaba por encima de todo el verde reluciente de los trofeos de figurada kriptonita. Un vídeo donde personajes autóctonos filosofaban con evocadoras frases sobre la isla de Eivissa y el aura de encanto que la envuelve arrancó al público sinceros aplausos.
La concesión de los premios estuvo salpicada por las actuaciones de Body Rockers, que interpretó su «I like the way you move», y Dj Vekey, con un espectacular scratching junto a Mucho Muchacho. Además, de las consideradas categorías mayores, se otorgaron varios premios especiales para reconocer el trabajo de algunos profesionales durante este verano o a lo largo de toda su carrera. Los creativos de Manumission se llevaron el de mejor diseño, Rock Bar el de mejor bar de la isla e Ibiza Rocks fue reconocida como la mejor noche.
También hubo tiempo para la emotividad con el homenaje que se le hizo a algunas de las personas que más han hecho por el movimiento dance en la isla y responsables en gran medida de que en la actualidad sea reconocida mundialmente por este aspecto. Dj Alfredo se llevó un award especial por ello, al igual que Danny Rampling, que tras la ceremonia subió a la cabina para hacer bailar a todos los presentes en la que fue la sesión de su despedida antes de abandonar profesionalmente los platos. Iván Muñoz