El taller de ocupación de s'Espardell se inició en Santa Eulària el uno de julio de este año y finalizará el 30 de junio del año que viene. El 80 por ciento de esta iniciativa está subvencionada por el Servei de Ocupació de les Illes Balears (SOIB) y el restante por la conselleria de Patrimoni. Esta iniciativa ha sido una novedad ya que, hasta el momento, el SOIB había organizado escuelas-taller dirigidas a jóvenes que no superaran los 25 años. Para participar en el taller S'Espardell no era necesario conocer las técnicas del oficio en cuestión pero sí que era requisito indispensable estar en situación de desempleo y tener entre 25 y 65 años. El proceso de selección fue una entrevista personal en la que primaba la situación personal de las personas. Esta idea tuvo una excelente aceptación entre el público femenino ya que fueron muchísimas las mujeres que se apuntaron pero tan sólo diez fueron las elegidas. Éstas trabajan en el taller con un contrato de aprendizaje con el que reciben remuneración por el trabajo desempeñado.El curso se ha dividido en dos fases. En la primera de ellas, la monitora Neus Boned ha enseñado a sus 10 alumnas trabajadoras las claves básicas para elaborar el calzado típico ibicenco, la espardenya. En la segunda fase, que empieza el uno de enero y acaba el 30 de junio, Vicent Marí dará las instrucciones necesarias para fabricar cestos con diferentes fibras vegetales, como por ejemplo, el esparto y la caña. El principal objetivo de este taller, según señala Susana (técnica coordinadora del curso), es enseñar un oficio que está en vías de desaparición. «Son productos que tienen mucha demanda pero estos oficios no tienen una gran salida profesional porque se necesitan muchas horas», afirma la técnica coordinadora. Asimismo, con este curso se pretende enseñar las técnicas tradicionales de este trabajo artesano para que, cuando se acabe el curso, las alumnas decidan si constituirse en una cooperativa o bien ser autónomas. «Nosotros hemos recomendado que se junten en una cooperativa porque, desde nuestro punto de vista, es la opción más recomendable», cuenta Susana. Una vez acabado el curso las piezas que hayan hecho durante el año pasan a formar parte del museo etnográfico de Can Ros, ubicado en Santa Eulària. Además durante el año Sheila Ferrer está impartiendo clases de formación básica en las que se dan conocimientos de catalán y cultura popular, por ejemplo.
Mª J. Real