El coste del estudio geológico para determinar el grado de deterioro de la montaña de sa Caixota que realizará la empresa catalana JOLSA tendrá un coste de 180.000 euros, mientras que las tareas de desescombro y retirada de las ruinas del bloque de apartamentos el Residencial, a cargo de la empresa madrileña Demoliciones Técnicas S.A (Detecsa), ascenderán a 165.000 euros. Así lo comunicó ayer el abogado y director del proyecto de reconstrucción de la ladera, Josep Lluís Ríos, a los propietarios del bloque de apartamentos en una reunión celebrada en Frankfurt. El día anterior, Josep Lluís Ríos también tuvo un encuentro en la ciudad germana con el presidente de la urbanización Vista Alegre y también propietario de una de las dos viviendas que se desplazaron 20 metros aproximadamente cuando la montaña se vino abajo.
Los propietarios del Residencial, según cuenta Ríos, reconocieron «su error» al no haber actuado antes para evitar el desplome del edificio. Los afectados, cuenta el abogado, mostraron «su disgusto» por los gastos que tendrán que afrontar a partir de ahora para estabilizar la ladera y reconstruir el bloque de apartamentos. En todo caso, Ríos destacó que los afectados decidieron ir de la mano en todo este proceso.
El próximo día 18 se celebrará otra reunión, ya en Eivissa, con el resto de integrantes de la Junta de Compensación de la urbanización Vista Alegre para tratar principalmente el reparto de gastos de las tareas que se acometerán a partir de este momento. Ríos indicó que de los 26 propietarios del Residencial existen «tres o cuatro» que o no tienen capacidad para hacer frente a los gastos que se avecinan o bien no están motivados para ello. En estos casos, la comunidad de vecinos hará a estas personas una oferta de compra acorde al precio de mercado, al que se le restarán los gastos que se deban sufragar para que el solar sea de nuevo apto para reconstruir el bloque de apartamentos. «Todos están por la labor de no especular», indicó.
Ríos apuntó, por otra parte, que durante las ocho horas de reunión mantenidas con los propietarios del Vista Alegre no se habló del problema que existe con la Demarcación de Costas (el edificio invade parte del dominio público-marítimo terrestre) y que puede bloquear la reconstrucción del inmueble. «No se ha hablado de Costas porque ahora no preocupa», indicó el abogado, que entiende que si es necesario se llegará a un acuerdo con la propiedad del solar colindante, donde se proyectan construir 24 apartamentos, para retrasar las construcciones al menos 20 metros.
El abogado de los propietarios del bloque de apartamentos, Josep Lluís Ríos, aseguró que sus representados también entienden que el responsable principal del desplome del edificio es la empresa de geotecnia HO, que, en 2002, hizo un estudio para reforzar la estabilidad del inmueble y, según Ríos, «no fue capaz de apreciar que el movimiento de tierra afectaba a toda la montaña». Ríos insiste en que si entonces se hubieran adoptado las medidas necesarias quizá se hubiera podido evitar el derrumbe del edificio.
En todo caso, por el momento no se iniciarán acciones judiciales contra nadie a la espera de que Ríos se reúna con los abogados del resto de propietarios afectados para analizar en común la situación y los posibles responsables. Ríos cree que el boquete abierto en la ladera para la construcción de 24 apartamentos en el solar propiedad de la empresa Nordaker no es la causa principal del deslave y el posterior desplome del bloque de apartamentos el Residencial. Por eso, Ríos pidió a los 26 propietarios del Residencial, que obviamente pueden tener sus propios abogados, que si alguien considera que Nordaker puede ser responsable de lo sucedido lo diga para poderlo «discutir y valorar» y, así, poder crear un frente común.