Vara de Rey se convirtió ayer en una improvisada sala de lactancia que convocó a muchas madres, en su mayoría primerizas, reunidas para amamantar a sus bebés, hacer consultas sobre la alimentación de sus hijos e intercambiar impresiones sobre el momento que están viviendo.
Se trata del último acto de la Semana Mundial de la Lactancia en las Pitiüses, que comenzó con la inauguración de una sala para la lactancia en el Centro de Salud de Santa Eulària y que continuó con conferencias y encuentros.
Y ayer pediatras, matronas y enfermeras recibieron a casi una quincena de madres, a sus bebés, y familiares bajo la carpa instalada en el emblemático paseo.
«Creo que es muy positivo que nos puedan dar información grupos de profesionales y asociaciones para que las madres que somos nodrizas podamos seguir amamantando el máximo de tiempo posible, si ésta ha sido la elección, como es mi caso. Lo que pasa es que se vuelve complicado con la incorporación al trabajo, pero de momento lo mantenemos y espero poderlo extender el máximo de tiempo posible», explicó la portavoz de la oposición del Consell Insular, Pilar Costa, que asistió a este evento con su hijo Julià, de 4 meses.
Según Ana López, responsable de Enfermería de Atención Primaria de las Pitiüses, el eslogan de esta semana es «el pecho no tiene horario»: «Porque la lactancia que intentamos fomentar es la lactancia de la demanda dependiendo del día o del período de crecimiento del niño», destacó. Por ello quiso recalcar también que la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses es fundamental para la buena nutrición de los niños.
L.A.