El análisis de la situación actual de las drogodependencias en Eivissa que ha realizado el Observatorio Municipal sobre Drogas advierte que existe una imagen demasiado abierta sobre las sustancias estupefacientes y una percepción muy baja sobre los riesgos que conlleva. «Es más fácil acceder a las drogas que a información sobre las mismas», remarcó el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Eivissa, Santiago Pizarro, tras citar otras debilidades detectadas como la carencia de oferta lúdica alternativa a la de ocio recreativo nocturno y la falta de recursos en prevención, tratamiento y reinserción de toxicómanos. Todo esto conlleva una serie de amenazas que influyen en la imagen de la isla y en nuevas pautas y modelos de consumo que subrayan la idea de Eivissa como laboratorio experimental de drogas. Además, el estudio de este grupo de trabajo, que reúne a instituciones y entidades que trabajan directa o indirectamente en temas de drogodependencias, destaca la facilidad de acceso a las drogas y el aumento del consumo en personas adultas, especialmente de cocaína.
Entre los puntos fuertes con los que se cuenta para hacer frente a este problema, el observatorio subraya la implicación de profesionales y voluntarios y el que comience a aparecer una conciencia social sobre los riesgos que comporta su consumo. Pizarro destacó del análisis que, teniendo en cuenta el elevado consumo, «Eivissa es el sitio ideal para crear una unidad de investigación sobre drogas».
Por otra parte, el observatorio propone una serie de actuaciones prioritarias, entre las que destaca la creación de un centro insular de tratamiento y desintoxicación integral. El organismo ya ha traslado esta necesidad a las instituciones competentes, mientras que trabaja en las otras tres prioridades que considera primordiales: intervenir de forma integral en las zonas donde se produce la venta y los consumos desde una vertiente policial, sanitaria y social; desarrollar programas de prevención a nivel escolar y familias, conjuntamente con una buena formación del profesorado, y continuar con el modelo de trabajo en red donde participen todos los organismos implicados.
Estas necesidades se recogen en el presupuesto del Plan Municipal sobre Drogas de 2006, que ascenderá a unos 150.000 euros y en el que se incluyen programas dirigidos a familias y a alumnos de primaria y secundaria; información en espacios de ocio nocturno y un proyecto de reinserción social. Asimismo, el coordinador de este plan, Iván Castro, destacó el acuerdo al que se ha llegado con la Policía Local para que en los espacios de educación vial también se trabaje con el concepto de droga y conducción.