Aunque bastará la mayoría simple, el abogado del bloque de apartamentos afectado por el movimientos de tierras, Josep Lluís Ríos, insistió ayer en la necesidad de que en la reunión del próximo día 18, exista «solidaridad entre todos los vecinos de la zona afectada» y haya acuerdo unánime de todos los propietarios para dar el visto bueno a los presupuestos del estudio geológico de Jolsa para determinar el grado de deterioro de la montaña de sa Caixota (con un coste de 180.000 euros) y de las obras de desescombro y retirada de las ruinas del Residencial (con un coste inicial de 165.000 euros). En la reunión se determinarán los criterios de proporcionalidad para concretar el dinero que deberá aportar cada propietario de la zona. Asistirán a la cita, Ríos, la presidenta y la vicepresidenta del Residencial, Nordaker (propietaria de un solar junto al bloque de apartamentos), los dueños de las casas que se desplazaron con el movimiento de tierras, representantes de los vecinos de los espacios donde estaban proyectadas nuevas edificaciones, el Ayuntamiento de Sant Josep y la junta de compensación de la urbanización.
Los primeros pasos hacia la reconstrucción
Detecsa se desplazó ayer hasta el área afectada para planificar el desescombro y la demolición de sa Caixota