En los hogares de Balears se está extendiendo progresivamente el uso de electrodomésticos de bajo consumo y prueba de ello es la gran acogida que está teniendo la línea de ayudas que el Govern balear concede desde hace unos años para promover y facilitar su adquisición en el marco de una campaña 'Economèstics', dirigida a impulsar el ahorro energético entre los particulares. De hecho, el programa de subvenciones que se inició el 19 de septiembre se cerró a los 10 días porque en ese tiempo se agotó la cuantía económica que destinaba la Direcció General d'Energia a estas ayudas, algo más de 500.000 euros.
Aunque los aparatos domésticos 'eficientes', los que tienen la clasificación energética A, son más caros que los de otras clases (B, C, D, E, F, G), consumen una cantidad menor de electricidad de manera que a lo largo de su vida útil el ahorro económico compensa entre dos y tres veces el sobrecoste del precio de adquisición, según asegura la propia Conselleria balear de Comerç, Indústria i Energia. Poniendo un ejemplo práctico y teniendo en cuenta que la mayoría de neveras de Balears son de clase C o D, un frigorífico con la clasificación A representaría un ahorro en el consumo anual de 170 kWh en relación a un aparato de tipo C, y de 300 con uno de clase D. Respecto al ahorro económico y tomando como referencia las tarifas eléctricas actuales, el coste anual de funcionamiento de una nevera de clasificación A es de 29,4 euros, mientras que el de un frigorífico de clase D es de 54,6 euros. De esta manera, y contando que la vida útil de un frigorífico supera los 10 años, el ahorro total por usuario podría ser de más de 250 euros.
La utilización de estos electrodoméstico 'ecológicos' no sólo resulta más rentable para los bolsillos de los ciudadanos sino que tiene sus ventajas medioambientales, ya que el menor consumo de energía eléctrica supone menos emisión de gases CO2. La generalización de frigoríficos de clase A representaría un ahorro global para las economías domésticas de más de 4,7 millones de euros anuales y supondría un ahorro energético cada año de 56.100.000 KW/h equivalentes a 52.000 toneladas de CO2.
Las subvenciones que concede el Ejecutivo balear son de 80 euros por aparato 'eficiente': neveras de una o dos puertas, aparatos frigoríficos combinados, lavadoras convencionales y bitérmicas, lavavajillas convencionales y bitérmicos y congeladores y conservadores.
El año pasado la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia destinó 502.220 euros a esta iniciativa, a la que se adhirieron 240 establecimientos de todas las Balears, de los que 23 pertenecían a Eivissa y Formentera.