El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) lamentó ayer la actitud del conseller insular de Patrimoni, Joan Marí Tur, que ha decidido hacer caso omiso de sus peticiones y no paralizar las obras de reforma de la casa pagesa de Can Sala. Los ecologistas criticaron que «quien debe defender el patrimonio no lo haga, en este caso, seguramente -apuntan- por cuestiones familiares» y desaprobaron que «los atentados contra nuestra patrimonio se hagan con dinero público» y que, además, el conseller «engañe a la opinión pública». El GEN anunció en un comunicado que instará a Marí Tur a que «demuestre públicamente que las obras que se están realizando en Can Sala se están haciendo con las técnicas y materiales adecuados» y a que ponga de manifiesto «en qué estado se encuentran las pinturas de Can Sala».
Por otra parte, el grupo ecologista quiere saber qué pinturas son las que el conseller dice que han aparecido «gracias a las obras, dado que todas ellas están documentadas y fotografiadas desde hace tiempo». Asimismo, recordó que el Consell subvencionó la rehabilitación de Can Sala con la condición de que se empleasen materiales tradicionales y se conservasen y restaurasen las pinturas que se encontraban en el porche», las mismas que el GEN denunció que se habían dañado a causa de los trabajos de reforma.
Can Sala está dentro del inventario de casas pagesas del Consell por su gran valor histórico, patrimonial y etnológico, además de ser mencionada en diversas publicaciones de tipo histórico ya que fue la casa natal del diputado en las Cortes españolas Josep Ribas.
Los ecologistas explicaron en su comunicado que las pinturas que todavía se conservan en algunas casas pagesas de Eivissa y Formentera «tienen una fuerte carga simbólica y un gran valor etnológico». Además, lamentaron que con actuaciones como la denunciada en Can Sala se esté incumpliendo de forma sistemática la Ley de Patrimonio y la Ley de Cultura Popular.