La consellera de Sanidad del Govern, Aina Castillo, aseguró ayer en Formentera que pese a las dificultades inherentes a la construcción de una gran obra en la Pitiusa menor, se siguen los plazos previstos y en consecuencia a final del próximo verano el futuro hospital de la isla será una realidad. Castillo, que visitó la marcha de las obras en compañía del conseller autonómico de Industria, Josep Juan Cardona, de altos cargos de su conselleria, del director gerente de Can Misses, Nacho Martínez Jover, del presidente del Consell Insular, Pere Palau, y del primer edil de la isla, Isidor Torres, se mostró optimista por el estado de las obras, «está en marcha y va a buen ritmo, dijo Castillo, que recordó que no hace medio año desde que se puso la primera piedra y que en menos de un año la infraestructura estará totalmente finalizada.
Castillo destacó que la estructura básica ya está prácticamente finalizada así como la cimentación necesaria para albergar el edificio, que se ha iniciado la estructura metálica de la cubierta y que se han iniciado los módulos que definen el perímetro del subterráneo y la futura rampa de entrada.
El Hospital de Formentera se construye en una parcela de 26.000 metros cuadrados comprados y cedidos por el Consistorio de la isla cuando gobernaba la COP, la impulsora del proyecto, y la empresa adjudicataria de las obras, que cuentan con un presupuesto de 9,2 millones de euros, es Copasa. El edificio tendrá una superficie útil de 3.400 metros cuadrados, tendrá una sola planta, sin barreras arquitectónicas, con total respeto al entorno, nulo impacto visual y con posibilidades de futuras ampliaciones si fueran precisas. El recinto se dividirá en siete áreas, siendo las principales la de urgencias y el helipuerto que supondrá, en palabras de Castillo «una mejora cualitativa en el servicio de la isla».