El abogado del bloque de apartamentos el Residencial Vista Alegre, Josep Lluís Ríos, remitió ayer un escrito al alcalde de Sant Josep, José Serra Escandell, en el que le pide «una audiencia» para solicitarle que convoque cuanto antes una reunión con todos los propietarios afectados por el derrumbe de la ladera de sa Caixota para desbloquear las tareas de consolidación de la ladera. El 19 de octubre los propietarios decidieron, en una reunión celebrada en la sala de plenos del Consistorio, prescindir del plan previsto por el representante del Residencial y actuar pro su cuenta.
Ríos respeta esta decisión, pero insiste en que «no se puede seguir estando cruzado de brazos», sobre todo por el estado en el que se encuentra la montaña, agravado por las últimas lluvias. «Se tiene que intervenir cuanto antes, ya sea con dos proyectos distintos o uno conjunto», subraya el letrado. Por ello, solicita la intervención del alcalde para acelerar la búsqueda de una solución. Ríos destaca por encima de todo que «lo más lamentable es la sensación de pasividad que se está dando» y recuerda que en la primera semana de octubre ya disponía él de un proyecto fiable sobre la mesa de empresas contrastadas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep asegura que de momento no hay motivos para intervenir directamente y apunta que se dio un plazo de seis meses a los propietarios para la presentación de un proyecto. El concejal de Urbanismo, Josep Marí Ribas, Reganes, entiende que seis meses es un tiempo suficiente para que los técnicos hagan los estudios geotécnicos y proyecten las obras de consolidación y reconstrucción de la ladera. El edil argumenta que la zona del derrumbe está «muy definida» y no pone en peligro otras viviendas habitadas. «Se han producido nuevos movimientos, que han afectado principalmente a las dos viviendas arrastradas por el corrimiento, pero no hay peligro alguno para las viviendas habitadas», dice.
El deslave producido el 17 de septiembre arrastró dos viviendas montaña abajo y provocó el desplome del bloque de apartamentos. Sólo se salvaron tres viviendas, una de ellas, propiedad del futbolista Iván Helguera, a escasos metros de la lengua del movimiento de tierra. Precisamente, en esta vivienda se están efectuando unas obras, con la instalación de pantallas de micropilotes, para reforzar su estructura y evitar que pueda verse dañada por nuevos movimientos, según contó el edil. Esta vivienda aún no cuenta siquiera con el final de obra.