El músico rumano Michael Cretu, alma de Enigma, declaró ayer ante el juez que desconocía si las dimensiones de su mansión de Santa Agnès se ajustan al proyecto redactado por el arquitecto José Torres porque no es técnico, aunque puntualizó que él tenía constancia de que todo estaba correcto y, obviamente, «autorizado». Así se podría resumir a grandes rasgos, según fuentes judiciales, la declaración de Cretu ante el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, Juan Carlos Torres, como imputado por un supuesto delito contra la ordenación del territorio y el medio ambiente.
Cretu llegó a los Juzgados poco después de las 10 horas. En la calle, se encontró con su abogado, Jaume Roig, y juntos subieron a la tercera planta, donde prestó declaración durante una hora. Aparte de su abogado, también estuvieron presentes en el momento de la declaración el fiscal Manuel Campoy y la letrada del arquitecto de la obra, Ascensión Joaniquet. Cretu no quiso hacer declaraciones ni al entrar ni al salir de los Juzgados, y su abogado se limitó a decir que su representado señaló que «todo está perfecto» y «autorizado».
Al parecer, Cretu hizo especial hincapié en que desconocía los detalles técnicos de la construcción de su casa y en que él se limitó a encargar a los técnicos la construcción de una vivienda que cumpliera todos los parámetros urbanísticos. En este sentido, según destacó su abogado, el famoso compositor recordó que las obras cuentan con todas las autorizaciones necesarias. Así, parece ser que la declaración de Cretu, según fuentes judiciales, aporta por ahora muy poco a la instrucción abierta para averiguar si se construyó más de lo permitido. Precisamente, su abogado, Jaume Roig, asegura que su defendido sí aportó, «y mucho», para «clarificar la verdad de los hechos» y, sobre todo, demostrar que «no tiene ningún sentido» seguir un proceso por la vía penal. «Es simple y llanamente imposible buscar responsabilidades penales. Todos los que han escuchado la declaración están convencidos de su veracidad. No tiene nada que esconder», dijo. «Las cosas son las que son, y no hay más», subrayó, al tiempo que destacó que se han publicado muchas «cosas erróneas» que han generado una idea falsa de la realidad.
Por su parte, el fiscal de medio ambiente, Manuel Campoy, aseguró que en este momento del proceso «se mantienen los indicios de delito». Por ello, avanzó que se pedirán nuevas diligencias para ahondar en la investigación, con nuevas declaraciones y alguna prueba pericial.