Este fin de semana los hosteleros hacen su pequeño agosto al organizar las cenas y comidas navideñas de empresa, siguiendo la costumbre que en los últimos diez años se ha vuelto un auténtico fenómeno de mazas en todo el país.
En las Pitiüses, concretamente, las mesas de los restaurantes han comenzado a llenarse esta misma semana para dar cabida a las comidas, mientras que las cenas, abarcarán las noches del jueves, viernes y sábado.
La elección del día o de la noche no es cuestión de preferencias ya que ajustar los horarios de todos los trabajadores se vuelve el mayor desafío para la organización de este tipo de eventos. Por esta razón, en el 2005, la previsión ha sido la madre de todas las organizaciones y ha llevado a los empresarios a reservar las mesas con tres semanas o incluso un mes de antelación.
Las ofertas del sector van de tres a nueve menús diferentes que oscilan entre los 35 y 65 euros por persona, e incluyen una entrada, pescado o carne de plato principal, postres y bebidas. También los hay que cuestan 90 euros por cubierto, pero siguen siendo los menos elegidos.
La búsqueda de mesas para los más rezagados está siendo toda una aventura por estos días debido a que la mayoría de las reservas para las cenas del fin de semana ya están completas, y sólo quedan horarios de comida o cena para la semana próxima. Por ello, desestimar reservas para 20 o 30 personas, está siendo todo un manjar que los hosteleros deben dejar pasar por falta por espacio en sus salas.
Eduardo Duque, presidente de Bares, Restaurantes y Cafeterías de la Pimeef asegura que, si bien la mayoría de la empresas continúa celebrando cenas y comidas navideñas, hay muchos negocios que haciendo cuentas después de la temporada no tienen mucho para festejar: «Muchos negocios han ido en decadencia los últimos tres años o cuatro y eso repercute en que hay empresas que ya no van con la alegría a las cenas o comidas. Muchas dan la cestita de Navidad y si se puede organizan algo, aunque también es verdad que sigue habiendo una gran mayoría que siguen haciendo sus cenas».En cuanto al trabajo y las ganancias que estas fiestas generan en el sector de la hostelería y la restauración, el empresario confirmó que como «un pequeño agosto en unos días de invierno», aunque no cree que sea un negocio que esté en auge.
L.A.