La Policía Local de Santa Eulària ordenó ayer la paralización de las obras de ampliación de una de las dos antenas de telefonía móvil ilegales instaladas en la entrada de Jesús. Los vecinos alertaron a la Policía al constatar sobre las 15,30 horas la presencia de cuatro operarios en la azotea donde se ubica una de las antenas. Los agentes, alertados por los vecinos, acudieron al lugar y ordenaron la paralización de las obras.
Los vecinos aseguran que los operarios no abandonaron la azotea tras la marcha de los agentes, pero que finalmente no instalaron nada visible. La Policía Local informó luego a este periódico que los operarios carecían de licencia y, por ello, se ordenó la paralización inmediata de los trabajos.
Pese a que Retevisión Móvil S.A tramita la legalización de sus instalaciones de Jesús, el Ayuntamiento de Santa Eulària mantiene su intención de forzar su retirada. «No pararemos», dice la edil responsable del núcleo de Jesús, Esther Marí. Algunos vecinos han denunciado que las emisiones de las antenas provocan problemas de salud.
La operadora ha cursado ante el Ayuntamiento una solicitud de licencia de instalación y actividad de las antenas, cuya tramitación se encuentra ya en su recta final, pendiente de su paso por la comisión de gobierno.
El Consistorio acordó en diciembre de 2003 forzar la retirada de las dos antenas, aunque el juez dictó un auto en julio de 2004 por el cual negaba a la administración el acceso a la propiedad para proceder por su cuenta a su desmantelamiento. El Ayuntamiento debe responder a la solicitud de legalización de Retevisión Móvil en base a criterios urbanísticos. Al parecer, el Consistorio, por ejemplo, podría argumentar que la antena condiciona un exceso no permitido de altura del edificio para informar desfavorablemente a la petición de la operadora y evitar así su legalización.
Las operadoras de telefonía móvil aseguran que para atender la creciente demanda de Eivissa necesitan instalar más antenas de telefonía móvil y que, por otra parte, resulta «inviable» plantear su instalación fuera de los núcleos urbanos.Afirman que no hay ningún riesgo para la salid de la población. Las operadoras recuerdan que la demanda de cobertura se satura en verano como consecuencia del fuerte incremento de población. Las empresas de telefonía móvil proyectan instalar muchas antenas más en los núcleos urbanos de la isla y, para ello, piden «una mayor flexibilidad de las autoridades locales».