El año comienza siempre con un cúmulo de propósitos entre los que dejar de fumar figura en los primeros puestos. La nueva ley antitabaco es, sin duda, una medida de presión para aquellos que se plantean dejar el tabaco aunque, a escasos días de la entrada en vigor de la ley, es muy prematuro comprobar las consecuencias.
En los estancos consultados en Eivissa aseguran que las ventas no han descendido y «siguen igual que antes», comentan desde el sector. Pero dejar de fumar no es fácil. «Primero tienes que querer», subraya la farmaceútica Nieves Sánchez. Las farmacias cuentan con una serie de productos a la venta para allanar el camino: parches antitabaco, chicles, caramelos y pastillas (Zyntabac y Quomen), uno de los productos que consideran que mejor funciona pero que han de ser recomendadas por los médicos. La venta ha subido estos días, «pero los parches son caros y se lo piensan dos veces», precisa. El precio de una caja que contiene 28 parches asciende a 56 euros. Los chicles es uno de los productos más solicitados y las pipas mentoladas se han agotado en algunos establecimientos. «Mucha gente deja de fumar con los chicles pero sigue consumiendolos».