5.000.000 más que en 2004.
R.L.
El Ministerio de Medio Ambiente ha cedido a la Comunidad Autónoma
de Balears el uso, con carácter indefinido, de las instalaciones de
desalación de agua de mar de interés general de las Illes. En
concreto se trata de las desaladoras de Sant Antoni, Formentera y
la Bahía de Palma. El conseller balear de Medi Ambient, Jaume Font,
y el director general del Agua del Ministerio, Jaime Palop,
firmaron este acuerdo, que supone que el Ejecutivo balear se haga
cargo del uso, la explotación, el mantenimiento y la conservación
de las plantas, que fueron construidas por el Ejecutivo central.
Mientras que Medio Ambiente , por su lado, se reserva
exclusivamente la titularidad de las obras de referencia,
declaradas de interés general.
El secretario general de la Agència Balear de l'Aigua i la Qualitat Ambiental, Miquel Costa, manifestó que «por fin se cumple lo que en su momento se recogió en los pliegos de condiciones de las desaladoras, en los que se establecía que una vez finalizadas las obras se debía ceder completamente el uso al Govern». Costa explicó que la cesión «nos facilitará muchísimo la gestión de estas plantas, que hasta ahora llevaba a cabo también el Ejecutivo balear aunque a través de contratos de explotación que duraban poco». «Aunque los explotadores se esforzaban para que las desaladoras pudieran estar al día, ahora este nuevo trámite implica que el Govern podrá optimizar mucho más los recursos», detalló. Además de las desaladoras de Formentera, que funciona desde 1995; la de Sant Antoni, de 1996; y la de la Bahía de Palma, de 1999; el Govern tiene tres plantas, dos en Mallorca y otra en Eivissa capital.