El Ayuntamiento de Sant Antoni ha pedido al Govern una ley que permita aumentar su capacidad sancionadora contra los establecimientos de ocio del municipio que incumplan los horarios de apertura o cierre marcados por las ordenanzas. El concejal de Gobernación, Joan Pantaleoni, se reunió ayer en Palma con técnicos de la Conselleria de Interior, a los que trasladó sus sugerencias. En la actualidad, la máxima sanción que el Ayuntamiento puede imponer a los clubes por incumplir los horarios es de 300 euros. «Nosotros, en nuestro borrador, pedimos multas de hasta 12.000 euros para las sanciones leves, pero Interior nos ha hablado de una pinza que va de los 150 a los 6.000 euros», explicó Pantaleoni. «Nos gustaría disponer de unas armas sancionadoras que lleguen al cierre, porque las necesitamos para conseguir que se respeten los horarios de cierre», dijo el concejal de Gobernación. Para las sanciones graves, es decir, para las discotecas y after hours que reincidan en el incumplimiento de los horarios de apertura o cierre, el Ayuntamiento de Sant Antoni pide al Govern una ley que permita sanciones de hasta 6.000 euros e incluso el cierre temporal del establecimiento. En el caso de que el establecimiento reincida gravemente, Sant Antoni pide al Govern que permita sanciones de más de 60.000 euros.
El Govern está preparando una ley de horarios de cierre para todo el archipiélago. En la actualidad, existe un acuerdo entre todos los municipios pitiusos, aglutinados en el Consell Insular, en el que, en resumen, se dice que las discotecas deben cerrar a las seis de la mañana y no reabrir antes de las ocho. En cualquier caso, una vez que el Govern apruebe esta nueva ley, los municipios tendrán capacidad para hacer más restrictivo el horario marcado. Este pasado verano, desde diversas instancias políticas, entre las que destaca la Dirección Insular, a cargo del socialista José Manuel Bar, se hizo la recomendación de ampliar este segmento de dos horas sin discotecas con el objeto de frenar «la marcha continua» del verano ibicenco. Dirección Insular tomó la decisión de obligar a las discotecas a cerrar a las seis de la mañana, hora que marca la ley, a raíz de la muerte en la isla de un joven escocés por consumo excesivo de drogas. Esta muerte, precedida de multitud de ingresos hospitalarios por drogas, entre las que fue detectado GHB, desató una alarma que atrajo a la isla a medios de comunicación de ámbito nacional y prensa de medio mundo se hizo eco de que Eivissa se había convertido nuevamente en un banco de pruebas para las tendencias más novedosas en el consumo de drogas, como ya se dijo a principios de los años 90 con el MDMA y después con la ketamina. En septiembre pasado, una vez que comenzó el curso escolar, fue cuando Dirección Insular obligó a las discotecas a cumplir el horario de cierre de las seis, lo que generó una serie de adhesiones y protestas que motivaron varias reuniones en el Consell Insular sin consecuencias.