Sant Antoni se adentrará el viernes en la máquina del tiempo para transformarse de nuevo, una vez al año, en un paraíso de los años 60 y 70. La segunda edición de la fiesta Flower Power vuelve para convertirse «en un éxito mayor que el del año pasado», según destacan desde el ayuntamiento, que este año ha vuelto a apostar por las celebraciones en las que se combinan los disfraces y la música.
Una fiesta en la que se ambientará gran parte del pueblo para dar la sensación de estar en otra época. Las calles del West End y el Passeig de la Mar se decorarán con motivos setenteros en una fiesta en la que también participan de forma activa las empresas privadas. En total, 14 bares del pueblo que se engalanarán y que cambiarán la música actual por los éxitos de aquellos años.
No faltarán tampoco las actuaciones en directo. Los josepins Can Raia Rock Band y un disc jockey ambientarán las calles a bordo de sendos camiones que se irán moviendo por el pueblo. Además, cinco músicos armados cada uno con un carrito, visitarán los bares para amenizarlos con música en vivo. La fiesta también llegará a la carpa, que se engalanará para la ocasión y contará con un disc jockey que pinchará viejos éxitos.
El concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Sant Antoni, José Cardona, explica que han decidido contar con los bares que este invierno «han hecho el esfuerzo de permanecer abiertos y que han ambientado el pueblo en los meses en los que hay menos gente».
A la fiesta Flower Power hay que ir disfrazado para pasarlo realmente bien. Por eso desde el Ayuntamiento animan a todos los vecinos a hacerse con un traje, aunque la mayoría suelen estar preparados. «Ya hay mucha gente que me ha dicho que tiene su vestimenta prácticamente lista», explica Cardona, que añade que los concejales del equipo de gobierno también acudirán caracterizados con ropajes de los 70. La fiesta comienza el viernes a las 21,30 horas.