El Ayuntamiento de Sant Josep ordenó ayer por la tarde sin ningún éxito la paralización del montaje de la planta asfáltica provisional de la empresa constructora MAB que se había empezado a instalar en un terreno detrás del hipódromo de Sant Jordi para las obras de la autovía del aeropuerto. El alcalde, José Serra Escandell, decidió adoptar esta decisión tras conocer el informe realizado por la celadora de obras del Consistorio, que se había trasladado por la mañana hasta el lugar previsto para ubicarla para comprobar si realmente se había iniciado el montaje de la instalación, y por considerar que la actividad puede ser nociva por su cercanía al núcleo urbano de Sant Jordi y carece de las licencias perceptivas de la corporación local. Según explicó el Consistorio, después de comunicársele la decisión, la constructora hizo caso omiso y continuó la instalación lo que obligó a la administración municipal a enviar una patrulla de la Policía Local que levantó el acta en el lugar de las obras. Los trabajos continuaron tras presentar la constructora un oficio del Govern para demostrar que tenía autorización del Ejecutivo balear y no necesitaba licencia municipal para realizar la actuación al estar enmarcada dentro del proyecto de la autovía.
Precisamente unas horas antes, en el pleno municipal, el equipo de gobierno votó en contra de la moción presentada por el Pacte para debatir de urgencia este asunto y acordar que el Consistorio se manifestara en contra de la propuesta de ubicación de la nueva planta, que según afirmó el portavoz de la oposición, Josep Marí Ribas Reganes, se estaba instalando en esos momentos. Tras negarse a tratar el asunto, los progresistas, en señal de protesta, decidieron levantarse y abandonar el salón de plenos cuando quedaban por tratar todavía una moción de control y el turno de ruegos y preguntas.