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El Consell dice que hubo 6.000 manifestantes y que no habrá cambios

El portavoz Joan Marí Tur afirma que sobraron «los insultos, las ofensas personales, lanzamientos de objetos y agresiones con líquidos ácidos»

El portavoz del Consell, Joan Marí Tur, compareció ayer solo ante la prensa para leer un comunicado sobre la valoración del equipo de gobierno sobre la manifestación. Foto: G.G.LAMA

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La Delegación del Gobierno pidió el jueves al Cuerpo Nacional de Policía que no hiciera recuento para evitar el baile de cifras de la anterior manifestación, que, según el director insular del Estado en las Pitiüses, José Manuel Bar, «desprestigia» a las fuerzas del orden público. El portavoz del equipo de gobierno del Consell aseguró que conocía los datos extraoficiales del Cuerpo Nacional de Policía por «sus fuentes», sin especificar más.

En todo caso, Marí Tur dejó claro que «no habrá cambios» en los proyectos, «ni dimisiones» ni una remodelación del equipo de gobierno para superar la crisis. Marí Tur afirmó, en la lectura del comunicado, que el Consell respeta al derecho constitucional que ampara la libertad de manifestación, aunque considera que en la manifestación del viernes «sobraron los insultos, las ofensas personales, lanzamientos de objetos y agresiones con líquidos ácidos que incluso obligaron a la atención sanitaria de algunas personas, tres de ellos niños». «En este sentido», apuntó, «opinamos que aquello que la izquierda no consiguió con votos, quieren ahora conseguirlo con gritos, pancartas e insultos».

A vueltas con el baile de cifras, el Consell aseguró lo siguiente: «Un total de 6.000 personas en una manifestación a la que incluso fue invitada a participar gente de fuera, como el caso del señor Antich, que tras haber pasado toda una legislatura bajo su mandato en las Balears sin haber podido inaugurar nada en Eivissa y Formentera, quiere ahora impedir cualquier tipo de progreso en las islas».

Marí Tur afirmó que el Consell «seguirá cumpliendo su programa electoral y deja en manos de los ciudadanos, como así lo establece un estado democrático, la decisión de elegir entre quienes en lugar de realizar una oposición constructiva se dedican a organizar manifestaciones y a defender una política de negación, o quienes trabajan por ofrecer los mejores servicios a los ciudadanos». En este sentido, recordó que la voluntad del Consell es seguir trabajando para «la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos».

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