'Puertos y Varaderos de Baleares S.A.', filial de 'Puerto Deportivo Botafoch S.L.' (concesionaria del puerto deportivo Marina Botafoch) presentó ayer una nueva propuesta de puerto deportivo para es Viver. De las tres alternativas presentadas hasta ahora, es la que tiene menor dimensión y «menos impacto», según el director del proyecto, Pedro Puigdengoles. Mientras que las otras propuestas plantean instalaciones con capacidad para aproximadamente 800 embarcaciones, este nuevo diseño contempla 545 amarres. Del total, 217 serían para embarcaciones de entre 6 y 10 metros de eslora; 230, para barcos entre 12 y 18 metros; y 98, para embarcaciones entre 20 y 35 metros. Según esta propuesta, el puerto se extendería a lo largo de un tramo de costa de unos 500 metros lineales, entre las calles Quartó de Balansat y Quartó de Portmany, sin ocupar todo el tramo que prevé el Plan Territorial Insular (PTI) para hacer un puerto deportivo. La instalación tendría una superficie de 162.000 metros cuadrados, una dimensión que sería «un tercio inferior a la de las otras opciones», aseguró Puigdengoles, que está convencido de que este proyecto «responde a las inquietudes expresadas por varios colectivos vecinales y alguna administración en cuanto a tamaño y número de amarres». La instalación supondría una inversión de 52 millones de euros y tendría un plazo de ejecución de 30 meses.
El proyecto, que se presentó el día 9 a Ports de les Illes Balears, convierte la calle Quartó de Balansat en el acceso al nuevo puerto deportivo porque es la más ancha de las que llegan al tramo de costa que ocupa la instalación y porque comunica directamente con vías más grandes como la avenida Pere Matutes Noguera i la avenida Sant Jordi, evitando así la circulación por el interior del barrio. Para reducir el impacto paisajístico no se contempla la construcción de una marina seca. Además se diseña el dique en talud y se proyectan edificaciones de una única altura. Estas construcciones acogerán las oficinas y la torre de control del puerto, las casetas de vestuarios y servicios para los usuarios, un local social, naves de talleres para los mecánicos de los varaderos, un espacio para una escuela de vela ligera y una zona comercial en la que habrá probablemente una cafetería-restaurante, quiosco y náutica.