Un estudio realizado por la consultora AcNielsen constata que el vino de la Tierra de Eivissa va ocupando poco a poco un espacio en los establecimientos de restauración de la isla, llegando ya a más de un tercio de los mismos. La distribución del producto alcanza, actualmente, el 36 por ciento de los establecimientos superada por la presencia de los vinos de Ribera de Duero, Penedés y Rioja, todos ellos con Denominación de Origen: «El vino de Eivissa está en una excelente situación a pesar de la juventud en el mercado, ocho años», apuntó Ignacio Lauroba, uno de los responsables de la consultora.
El desarrollo del vino de la Tierra se debe, según el estudio, a la mejora en su calidad con respecto a los antiguos vinos que había en la isla, los conocidos como 'vi pagès'. El cambio ha sido impulsado por las bodegas (tres en Eivissa con cuatro marcas y dos bodegas en Formentera con dos marcas) que han optado, según el documento de la consultora, por la elaboración de vinos más cuidadosos, con uvas seleccionadas y acordes con el gusto de los consumidores.
Los extranjeros que visitan la isla son los principales consumidores de los vinos de Eivissa , mientras que los peninsulares también comienzan a demandarlos «pero todavía están muy influenciados por las marcas y por las Denominaciones de origen que se consumen en el territorio nacional», apuntó Lauroba.Uno de los obstáculos con el que se encuentra el vino de la Tierra es el precio y el marco de competencia. La actual producción de los vinos de Eivissa obliga a venderlos a una cifra que «aparentemente es más cara pero justificada», debido, básicamente, a que en Eivissa se realizar una producción mucho más corta, en comparación con otras marcas con denominación de origen, lo lo que explica y justifica el precio.