El botellón organizado el sábado por la noche en Eivissa, que llegó a reunir en el parque Reina Sofía a 200 personas en su punto más álgido, transcurrió de forma «civilizada» y «pacífica», según destacó el concejal de Policía Local del Ayuntamiento de Eivissa, Leopold Llombart. No hubo ni quejas de los vecinos, ni «intoxicaciones etílicas preocupantes», ni altercados. De los diez controles de alcoholemia que se realizaron, sólo uno dio positivo y otros dos, dentro de las tasas de alcohol permitidas. Además se realizó un acta de denuncia a un joven por llevar una pequeña cantidad de hachís, se inmovilizó un ciclomotor por alteración de sus características y se denunció a un conductor por tener la música de su vehículo a un volumen muy alto. Éste fue el balance realizado ayer por la Policía Local de Eivissa, que junto a la Policía Nacional, veló durante la noche del sábado por que todo transcurriera de forma tranquila. Veinte agentes, diez de ellos situados permanentemente frente al parque Reina Sofía, y dos controles en Juan Xico y en la zona de Vara de Rey conformaron el dispositivo de vigilancia de la Policía Local.
Llombart manifestó su satisfacción «por la colaboración de la Policía Nacional» y por el buen comportamiento de los jóvenes que se congregaron en el botellón. Algunos de ellos acudieron sólo para curiosear y ni siquiera llevaban bebidas. El concejal destacó que «incluso cuando en dos momentos puntuales unos jóvenes se pusieron a romper botellas el resto les abuchearon». Algunos dieron ejemplo recogiendo su basura, por lo que cuando la convocatoria se dio por finalizada, la zona estaba más limpia de lo que cabría esperar. Un dispositivo de limpieza de Cespa actuó a las tres de la madrugada para dejar todo impecable.