Un grupo de investigadores de la UIB y de la Universidad de Salamanca han confirmado que la lagartija balear y la pitiusa conforman dos especies diferentes y que su evolución por separado se produjo durante el Mioceno hace más de cinco millones de años, cuando el archipiélago se separó en dos grandes bloques por el movimiento de placas tectónicas.
Estos son los primeros resultados de un proyecto que, desde el año 2003, está realizando el Laboratorio de Genética del Departamento de Biología de la UIB integrado por los doctores Misericòrdia Ramon, Antònia Picornell, José Aurelio Castro y Bàrbara Terasssa, además de los herpetólogos Valentín Pérez Mellado y Richard Brown, según informó ayer la universidad balear.
La investigación ha utilizado los nuevos avances en técnicas moleculares trasladados a la taxonomía (estudio sobre clasificación de las especies) y a la biogeografía (estudio de las especies que cohabitan en una misma región). De este modo, estos expertos han indagado en el tipo de variación genética que poseen estas dos especies de lagartijas y que ha permitido determinar si pertenecen o no al mismo grupo de población.
En este sentido, el proyecto tiene como objetivo el análisis de seis regiones del DNA mitocondrial (molécula que lleva toda la información relativa al organismo) y una del DNA nuclear (los cromosomas).
El estudio constata que, a través del análisis del DNA mitocondrial, se puede detectar toda la información genética almacenada por cada especie dentro de su cuerpo y correspondiente a sus linajes, y ésta a su vez se puede comparar con la de otro organismo y trazar un árbol geneológico de la especie en cuestión.Así, tras los resultados obtenidos por estos investigadores de analizar las divergencias genéticas de ambas especies (la lagartija balear y la pitiusa), los investigadores han coincidido en la misma hipótesis sobre que ambos organismos se separaron durante el Mioceno, hace unos 5,7 millones de años.
La investigación añade que este periodo temporal coincide con la disgregación de Balears en dos grandes bloques provocada por el movimiento de las placas tectónicas y que este fenómeno comportó que poblaciones de una misma especie iniciasen distintos caminos evolutivos. Además, el estudio también confirma que toda la variedad poblacional de la especie pitiusa es más similar genéticamente que en el caso de la balear. Según la investigación, esta semejanza se daría porque el habitat donde residen estas lagartijas es más homogeneo que en la otra especie.