F ue llegar y besar el santo. La bióloga y actriz Ana Obregón tenía ganas de playa y nada más aterrizar en la isla, tras pasar brevemente por el hotel, se dirigió a Talamanca para disfrutar del sol pitiuso y de una paella en un restaurante de la zona. Con la poca discreción que le caracteriza, 'la Obregón' llegó en un flamante descapotable y acompañada de amigos, con los que después se paseó luciendo un minivestido que dejaba entrever su generoso escote y sus largas piernas, ya desprovistas del vendaje con la que se la vio hace poco en una playa de Cádiz, donde estuvo unos días de vacaciones con su hijo. Precisamente, la lesión, una rotura de ligamentos, se la hizo mientras jugaba a baloncesto con su retoño.
La actriz llegó a Eivissa en un vuelo procedente de Madrid para pasar el puente junto a una amiga en el Hotel Pachá. R. D.