M.A.
El director general de Recursos Hídrics del Govern balear, Joan Crespí, garantizó ayer que el proyecto de construcción de cuatro pozos en la zona del aparcamiento de Talamanca para abastecer a la desaladora no afectará al acuífero de agua dulce que surte a decenas de viviendas y establecimientos de la zona. «No hay riesgo de salinización», aseguró, tras argumentar que esta actuación «no tiene nada que ver con la batería de 17 pozos que se querían hacer entre la estación de Gesa y la desaladora, a un kilómetro y medio del mar, en 1993». El responsable de Recursos Hídrics recordó que en aquella ocasión la Junta de Agua de Balears informó negativamente el proyecto porque existía riesgo de afectación al acuífero. Según explicó, en la actualidad, por normativa, los pozos para captar agua para la desaladora tienen que hacerse en la franja de los primeros 100 metros de la orilla del mar, en este caso, los proyectados estarán a unos 30 metros de la orilla del mar. Asimismo, explicó que, como obliga también la normativa, estas perforaciones de unos 170 metros de profundidad irán cementadas en sus primeros 25-30 metros para aislarlas y no afectar a la posible capa superficial de agua. «En ningún momento se pretende sacar agua superficial, no nos interesa, lo que se quiere explotar es agua marina a partir de los 80 metros de profundidad, la desaladora con agua salobre no funciona», reiteró.
Crespí manifestó su confianza en que después de que se finalice la tramitación de la expropiación para construir los pozos, que está a exposición pública, el proyecto se pueda llevar a cabo este mismo verano.