Cáritas inauguró ayer una tienda solidaria en la calle Ample de Sant Antoni, bajo el nombre de 'Es Magatzem Solidari'.
Esta instalación pretende comercializar productos donados como ya lo venían haciendo las tiendas que la fundación tiene en Eivissa y Santa Eulária.
Con el fin de ayudar a aquellas personas que, por diversas circunstancias, no pueden tener trabajo y ganar un jornal adecuado para mantenerse, Cáritas pone a la venta ropa, libros e, incluso, utensilios para la casa a precios simbólicos que rondan los dos euros.
El contacto directo de los trabajadores sociales, los ocho voluntarios y la coordinadora de Cáritas, María Ribas, con los más necesitados marcan las pautas de su trabajo.
El prototipo de cliente que acude a estos centros no está muy definido. «Por nuestras tiendas han pasado personas de origen marroquí, población sudamericana, población local e, incluso, gente joven a la que le gusta comprar de segunda mano», aseguró la coordinadora, María Ribas.
Pero, sobre todo, quiso destacar «el contacto de la comunidad local con personas de otras nacionalidades y hasta de otra religión lo que demuestra la hermandad, colaboración y unión creciente por la solidaridad», añadió.
Esta iniciativa se ha llevado a cabo con la colaboración de los servicios sociales del Ayuntamiento y la empresa Explotaciones Marí, que ha cedido el local por tiempo indefinido.
Al acto acudieron la directora de Cáritas de las Pitiüsas, Esperanza Marí y el alcalde de Sant Antoni, José Sala, entre otras personalidades. I. Luján