R. L.
El empresario Abel Matutes informó ayer a través de un comunicado de que ya se ha comenzado a retirar la tierra procedente de las obras de la autovía al aeropuerto acumulada provisionalmente en los terrenos donde se construirá el campo de golf Sal Rossa. Fiesta Hotels & Resorts cedió temporalmente este espacio a la constructora, «bajo el firme compromiso de que se respetaran las normas de seguridad marcadas por las autoridades aeronáuticas y, por tanto, que en ningún momento pudiera afectar a las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto». De esta forma, Matutes responde a las críticas del grupo ecologista GEN, que esta misma semana envió una carta al Ministerio de Fomento para informarle de que los montones de tierra ocultaban las balizas luminosas.
En el comunicado, el empresario reitera que Fiesta Hotels & Resorts, propietaria de la finca, permitió el almacenamiento de tierras en este terreno de forma provisional y con el objetivo de evitar el retraso en las obras de la autovía al aeropuerto. En su día, también el Govern defendió estos depósitos de tierra y no su inmediata traslación al vertedero para evitar el tráfico de camiones en pleno verano.
Matutes aseguró que estos movimientos de tierra no responden al inicio de los trabajos del campo de golf. «Las obras comenzarán cuando se disponga de las licencias correspondientes», dice el comunicado.
En su día, la Plataforma y el Pacte acusaron a Matutes de utilizar la tierra de las personas expropiadas por las obras de la autovía para modificar la orografía del terreno y hacer el campo de golf. «La tierra no es nuestra y pertenece al expropiador», aclaró ayer Matutes, que insistió en que lo único que se ha hecho es facilitar las obras de las carreteras y no colapsar más el tráfico, ya de por sí abundante en los meses de verano.