C. ALCÀNTARA/R.L.
A los internos de Cas Serres, procedentes de Santa Eulària y de la zona norte de la isla, también se les ofreció la posibilidad de trasladarlos pero se descartó por «situaciones familiares ya que los pacientes eran de Santa Eulària pero, en algunos casos, la familia vivía en Eivissa», explicó el conseller insular de Benestar Social, Vicent Serra. El Consell asumirá la gestión de los usuarios del nuevo centro sociosanitario, cuyo coste ha sido de ocho millones de euros.
Las lluvias de finales de diciembre ocasionaron el desprendimiento de un muro exterior de la residencia. Vicent Serra aseguró que este hecho no afecta al calendario establecido para la apertura de la nueva residencia: «Mantenemos la previsión de ingresos la semana del 15 al 20», comentó.
También el personal que trabajará en la residencia, alrededor de unas 65 personas, se irá incorporando de manera progresiva. La empresa Aser, que tiene experiencia en el sector de residencias, se hará cargo de la gestión del centro.
Otro de los centros que empezará funcionar este año es la residencia y centro de día de Sant Jordi para personas discapacitadas y enfermos mentales, cuyas obras, «que están muy avanzadas», está previsto que finalicen el primer semestre, aproximadamente en junio. En cambio, las obras de la residencia de Sant Antoni, también para enfermos de Alzheimer y otras demencias, concluirán el segundo semestre de este año. En cambio, el centro de Formentera para el tratamiento de Alzheimer de personas con discapacidad y también para afectados de enfermedades mentales está pendiente la licitación de la obra. «Estamos pendientes de que salga publicado en el BOIB ya que lo mandamos a final de diciembre», comentó el conseller.
El presidente del Govern, Jaume Matas, inauguró la residencia el pasado 18 de diciembre. Este proyecto se enmarca dentro del acuerdo firmado el año 2004 entre el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el Govern.