Can Botino fue ayer testigo de un encuentro en el que los estudiantes del instituto de Sa Colomina de Eivissa intercambiaron experiencias con más de 20 alumnos procedentes de las escuelas San Pablo Apóstol de Tarragona y Mariano Quintanilla de Segovia, escuelas participantes en el programa Ciutats Patrimoni de la Unesco. Estos estudiantes llegaron el pasado domingo, día 15, y se despedirán de Eivissa hoy. Durante su estancia se han adentrado en la riqueza patrimonial y cultural de la isla realizando un recorrido por la Necrópolis de Puig des Molins, Cala d'Hort, la Reserva Natural de ses Salines y Dalt Vila. «Me han gustado mucho las murallas renacentistas de Eivissa, porque me recuerdan a las de Tarragona, aunque las nuestras son romanas», explicó Jaume Monguió, estudiante de 2º de ESO. Su compañero, Albert Morón, destacó las Salinas como lo más bonito de Eivissa.
«Me ha sorprendido mucho ver la sal tan gruesa que se forma allí», aseguró. Por su parte, los alumnos de 3º de ESO de la escuela de Segovia aseguraron que, al ser este año los anfitriones de las 13 escuelas participantes en el programa y tener la posibilidad de elegir la ciudad a visitar eligieron Eivissa, Ciudad Patrimonio desde el año 2000, «por su fama, sus playas y el sol», a pesar de que este último factor les ha jugado una mala pasada durante sus primeros días. «A pesar de que el clima no acompañaba sé que algunos valientes se bañaron ayer en ses Salines, pero os prometo que si nos avisais para la próxima vez os pondremos buen tiempo», bromeó el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, durante su encuentro con los jóvenes. Asimismo, también animó a los alumnos de Sa Colomina en su viaje inmediato a Segovia y Tarragona para que sacaran «el máximo provecho posible».
«Es una experiencia enriquecedora y la mejor forma de aprender jugando, porque los alumnos descubren los monumentos en profundidad y también cómo vivían las poblaciones en aquella época», precisó Concha Roselló, profesora de Cultura Clásica de Sa Colomina.
Irene Luján