Adentrarse en una «Noche de Brujas» es básicamente decir no a los prejuicios. En este espacio, deliberadamente apartado del mundo, una vez al mes, la magia se hace presente. El gran reto para Eric de Bont y su mujer, Encarna es crear y ofrecer al público un espacio que funciona principalmente como escuela de clown, pero que es muchísimo más que eso.
En la República Independiente del Fracaso se han celebrado diez veladas como esta, y todas con una temática distinta. Cada noche de brujas es una plataforma artística de temática tan variada como la gente que acude para presentar su espectáculo. Cualquiera puede pedir su turno para participar y el escenario está abierto a cualquier tipo de expresión artística.
«El jardinero del pueblo, el carnicero, un ama de casa, hippies, rastas, padres, hijos, adolescentes, alumnos de la escuela y gente de toda la isla viene a vernos, pero también a participar activamente del espectáculo. Cada vez se atreven más».
<Laura Tur