i llego a saber que era montar en globo no vengo, aunque ahora sé que me hubiera arrepentido de tomar esa decisión», cuenta Juan Carlos poco después de aterrizar de su tranquilo paseo por el cielo ibicenco. Este chico de 22 años se levantó el domingo a las seis de la mañana sin saber porqué: «Le dije que tenía que levantarse a esa hora y ya está; no preguntó nada más, aunque luego empezó a sospechar y se lo tuve que decir», cuenta la artífice de esta original sopresa, Marga, una chica de 21 años que quiso celebrar el segundo aniversario con su pareja de esta manera tan divertida: «Me gusta probar cosas nuevas, como deportes de riesgo; él es un poco más reticente a estas cosas». En este sentido, el muchacho ratifica las palabras de su novia: «Me gustaría hacer puenting, pero me da un poco de reparo; podía intuir algo de esta última sopresa porque una vez me hizo lo mismo, pero con parasiling».
José Ramón Mancebo, su mujer, Paqui y su hermano Andrés se reunieron con la pareja de enamorados en el párking de Gesa el pasado domingo bien temprano, a las 06'45 horas. «El globo va donde lo lleve el viento; es inútil ir en contra de él. Siempre miro la dirección del viento en el Instituto Nacional de Meteorología, pero realmente quien mejor lo muestra es la chimenea de Gesa; por eso nos reunimos siempre aquí». En esta ocasión, el punto de salida fue el hipódromo de Sant Rafel: «Debéis seguir mis instrucciones; no se puede salir de la cesta sin que yo lo diga, y menos en el aire», bromeaba el piloto y dueño del club deportivo 'Ibiza en globo' a la vez que su semblante serio mostraba que era importante lo que decía. Juan Carlos y Marga, que subían por primera vez en globo, alzaron el vuelo para dirigise a Sant Joan, pasando por Sant Llorenç y Sant Mateu. «Ha sido muy bonito; pensaba que sentiría vértigo, pero tienes una sensación de paz y tranquilidad muy grande porque en realidad estás flotando», destacó Juan Carlos. Una vez en tierra fueron bautizados: «Por el poder que me ha concedido la aeroestación española os bautizo con los nombres de Marmotilla (Juan Carlos ) y Perdiz (Marga), señaló José Ramón, quien destacó que este ritual se hace con tierra del lugar donde se aterriza y con cava: «El bautizo se celebra porque la persona, en cierta manera, vuelve a nacer». l María José Real