Habida cuenta de que la solicitud de informes data del 31 de diciembre y existiendo un período de 30 días hábiles para presentar alegaciones, el presidente del Consell señaló que ese período finaliza en la primera quincena de febrero y que para entonces tendrán los informes y alegaciones perfectamente elaborados.
Para Ferrer existen tres cuestiones básicas. La primera relacionada con la promesa de Triay en una visita a Formentera de que no se haría nada sin el visto bueno del Consell; en segundo lugar, Ferrer señaló que la propuesta de Ports «es exagerada, está sobredimensionada y sólo se fija en dos meses de verano y ese no es el camino; ampliar en 8.000m2 la explanada es inaceptable»; por último, Ferrer puso especial énfasis en el hecho de que la propuesta de la Auotoritat Portuària «va en contra de la protección europea y autonómica de las praderas de posidonia y es una ampliación dificilmente justificable por su impacto, no sólo medio ambiental, sino también visual, por cuanto la Savina es la única entrada y salida de la isla».
Ferrer dejó claro que la posición del equipo de gobierno es conocer en detalle el proyecto que se pretende llevar adelante, porque nos lo han comentado pero no explicado al detalle, y, tal y como prometió Triay, Ports estaba a la disposición del Consell de Formentera para que éste tuviera su voz decisiva». Sin embargo, la reunión que tenía que llevarse a cabo el 17 de diciembre tuvo que posponerse porque una reunión del Consorci Eivissa i Formentera Emprenen.
Deslealtad
Ferrer explicó que en el Consejo de Administración de la Autoritat Portuària del día 20 de diciembre no se le indicó que el director de Ports de Balears había firmado el envío a exposición pública del proyecto de ampliación de la explanada de mercancías de la Savina. Así, el presidente del Consell pedirá hoy explicaciones de los motivos por los que se le ha mantenido al margen de una decisión tan importante sin haber podido estudiar en profundidad el proyecto y menos debatirlo en el Consejo de Administración de Puertos de Balears. «Pese a que nos den explicaciones razonables, queda claro que cuando se trata de obras tan importantes y que afectan a la primera institución de una isla no se puede pasar por encima de ella».
Lo que el Consell conoce, según Ferrer, es que el proyecto «tiene unas dimensiones exageradas, unos 8.000m2 de explanada ganada al mar». Para Ferrer, lo prioritario es «resolver el problema de aparcamiento de los usuarios en el puerto de la Savina». A partir de ahí, apuntó, se podrá hablar de otros asuntos como la hipotética ampliación en el caso de ser imprescindible.
Jaume Ferrer criticó que la ampliación tal y como está prevista afecta severamente a las praderas de posidonia de la zona, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Por ello Formentera ha solicitado dos informes, uno a un biólogo marino y otro al propio Parc Natural, para que sopesen qué puede suponer dicha ampliación. A este fin ayuda el informe existente que obra en manos de la Autoritat Portuària que señala que la afectación a la pradera de posidonea en el exterior del puerto podría llegar a ser «severa», además de afectar a las corrientes, las playas de Cavall den Borràs o a s'Estany des Peix y s'Estany Pudent.