La presidenta del PP balear, Rosa Estaràs, prometió ayer exenciones de impuestos para los ciudadanos de las islas que ganen menos de 16.000 euros al año, el aumento en 150 euros de las pensiones más bajas y la declaración de interés público para los vuelos interislas y entre Eivissa y la península. Fue durante el desayuno celebrado en Santa Eulària con representantes de la prensa minutos antes de la convención que el PP pitiuso celebró para presentar a sus candidatos al Senado y al Congreso para las próximas elecciones generales del 9 de marzo.
Estaràs aseguró que estos cuatro años han sido «el momento más difícil para el tráfico aéreo de los últimos 25 años» y lamentó la pérdida de calidad de los vuelos que sufren los residentes en las islas. Anunció que si su partido gana los comicios prohibirá las regularizaciones de inmigrantes, eliminará el 30% del impuesto de sociedades y suprimirá el impuesto sobre patrimonio, además de reformar la ley electoral para garantizar que el partido que gane en una elecciones locales o autonómicas sea el que finalmente gobierne. En clave autonómica, Estaràs anunció la intención de su partido de suprimir la ley de protección del territorio en aras de salvaguardar la autonomía de los ayuntamientos y reivindicó un «urbanismo serio que no genere inseguridad jurídica que de paso a la corrupción». En la misma línea, la presidenta del PP anunció la retirada de la la ley de medidas urgentes par a la vivienda por considerarla una «invasión de competencias» y la sustitución por un conjunto de actuaciones encaminadas a promover la vivienda social.
Estaràs pasó balance a la legislatura de gobierno socialista, que calificó de «bodrio» y criticó los «incumplimientos» del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, así como el incremento de los precios y del nivel de la vida. También aludió a la situación balear, para poner de relieve la «falta de unidad, de proyecto yde acción» de los partidos que integran el pacto de izquierdas, lo que a su juicio, «ha cuestionado e liderazgo de Antich y ha generado falta de lealtad». Como ejemplo, explicó que dirigentes de Unió Mallorquina mostraron el anteproyecto de ley del suelo al PP antes que a sus socios de gobierno.
La presidenta del PP dejó paso al secretario general pitiuso, Pere Palau, quien atribuyó al gobierno progresista males como la recesión económica, el encarecimiento de los precios o el recorte de las libertades de las personas (en alusión a los derechos de los propietarios).
Por su parte, el candidato al Senado, Antoni Marí Marí, definió a Zapatero como «el presidente de las correcciones y las rectificaciones» y como «producto de marketing sin proyecto claro de Estado».
Igualmente, el número dos de la lista del PP balar al Congreso, el ibicenco Enrique Fajarnés, acusó al gobierno de Zapatero de «incumplir» sus compromisos electorales con Eivissa y Formentera (aludiendo al deslinde de Formentera) y de «castigar a Balears», y aseguró que «a lo que se ha dedicado es a crispar, desunir, negociar con ETA y mentir».