Caritas alerta de que la falta de recursos públicos agrava la situación de los inmigrantes que carecen de permiso de trabajo. «Las graves carencias por falta de información, personal y medios suficientes destinados a las atención al inmigrante por parte de la administración no hace más que agravar la situación», advierte Caritas. Este es uno de los aspectos a destacar por Caritas durante 2007 en el servicio de inmigración y orientación laboral en el que se atendieron a 353 personas, se ha ofrecido información a 605, facilitado 109 ofertas de trabajo directas mediante la bolsa de trabajo en el sector doméstico y se han impartido seis cursos de formación para inmigrantes a 104 personas. El 65 por ciento de las personas atendidas carecían de permiso de trabajo.
Caritas confirma que durante 2007 se ha generado una considerable bolsa de inmigrantes sin permiso de trabajo que mantienen como casi única opción el arraigo social, lo que implica la permanencia en España durante tres años en situación ilegal y de exclusión.
Durante el año pasado se detectó un aumento considerable de inmigrantes irregulares de Bolivia, Paraguay y Brasil. También revela que numerosos subsaharianos procedentes de los desembarcos de cayucos en Canarias «han sido distribuidos por la propia administración por toda la península, incluyendo Eivissa». Se trata de personas que salen de Canarias «con una orden de expulsión que impide su regularización, sin conocimientos de castellano, sin habilidades sociales, desconociendo el medio y sin recursos económicos, que caen en la exclusión absoluta».
Tampoco es mucho mejor la situación de rumanos y búlgaros, «con permiso de residencia como ciudadanos de la UE pero no de trabajo y a los que se obliga en Balears a regresar a sus países para obtener un visado y poder optar al permiso de trabajo».