Siempre he estado buscando la manera de poner en práctica el arte que Dios me ha dado. Al principio empezó como vocación, pero a los 17 años me di cuenta de que era necesario esforzarse», así narra Virgina Trujillo sus inicios en el mundo de la música. Esta bilbaína de 31 años afincada en la isla desde hace mucho tiempo lleva la música en la sangre: «Tengo dos tíos que son compositores y mi abuelo era un virtuoso del flamenco».
Esta bilbaína-ibicenca presenta este año la composición Estrella errante a la selección de canciones que tienen posibilidad de representar a España en el festival de Eurovisión que se celebra el próximo mes de mayo en Belgrado. «Mi tío Rafael Artesero me llamó un día y me dijo que tenía una idea. Quedamos y encajando ideas salió una melodía y con ella la letra vino sola», afirma la cantante. Y añade: «Es una canción de amor que trata de resumir hasta dónde puede llegar una persona por recuperar a alguien que ama mucho y que por cualquier razón ha perdido al que ama mucho. También trata de transmitir todo lo que puedes llegar a dar por ese amor». A partir de esta semana, los internautas podrán votar las canciones que más les gusten y de las más votadas saldrán cinco, que sumadas a otras cinco escogidas por el jurado irán a una gala final en la que se decidirá quién será el representante español en el festival.
Virginia se subió por primera vez a un escenario cuando sólo tenía 17 años: «Recuerdo que estaba muy nerviosa y eso se transmite en la voz; fue en el Teatro Pereyra. En el momento pensé que lo hice muy bien, pero con los años vi los videos y comprobé que los nervios me traicionaron». Con el paso de los años, Virginia se ha ido consolidando como artista: «Fui a clases de técnica vocal y desde hace dos años voy a clases de teatro; es muy importante para la puesta en escena». Asimismo también actúa con el grupo local No Name. ¿Se sigue poniendo nerviosa? «Creo que sí; quien diga lo contrario miente porque en realidad muestras a la gente tu trabajo y tu corazón». Según cuenta, lo más complicado de su profesión es no perder el ánimo: «Hay muchas situaciones que te pueden afectar mucho, por eso es importante mantener siempre el ánimo».
Sobre programas como Factor X u Operación Triunfo afirma que son positivos en la medida en que contribuyen a encontrar nuevos talentos: «En los últimos años prima más el espectáculo televisivo y el morbo y ahí creo que es donde se confunden las fronteras». Virgina no guarda un buen recuerdo de su paso por los cásting de Factor X: «Llegué al cásting donde seleccionaba el jurado del progama y la chica me dijo que no tenía talento ni para cantar ni para nada. Ahí supe que no valía la pena luchar; me preguntó si quería seguir cantando y le dije que no, que me iba». ¿Su próxima ilusión? «He imaginado cómo sería estar en Belgrado el próximo mes de mayo». Sobre su futuro comenta: «Soy muy cabezota; no creo que lo deje porque es algo que me hace sentir bien. Si todo esto da frutos serán bienvenidos, pero si no la música estará muy presente en mi vida».
María José Real