La Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Balears (Proinba) celebró ayer su asamblea anual durante la cual, su presidente, Gabriel Oliver, demandó de las Administraciones «la disminución de los plazos de gestión urbanística y, en especial, los de concesión de licencias de obras».
Esta medida figura en el paquete de medidas que los constructores del archipiélago consideran necesarios para «minimizar los efectos que supondrá el cambio de ciclo económico para la sociedad balear», especialmente acusado en su sector de actividad.
Además de agilizar la burocracia, el presidente de Proinba solicitó «la adopción de medidas para poner en el mercado viviendas de protección pública promocionadas por la iniciativa privada», algo que debe realizarse «utilizando de manera prioritaria el suelo urbano disponible».
Oliver también denunció la «inseguridad jurídica que padece el sector desde hace meses», en alusión a las normativas autonómicas que han establecido moratorias en la construcción.
El máximo dirigente de los promotores defendió ayer la actividad de su sector y salió al paso de las críticas recibidas por el incremento de la vivienda. Oliver justificó este alza por la obligación de «asumir costes de las empresas suministradoras, contribuir a aumentar el beneficio de las entidades financieras y de los propietarios del suelo, al tiempo que estamos obligados a aplicar las nuevas normativas que aumenta la calidad y, por tanto, el coste de la vivienda».
«Nuestra actividad realiza valiosas aportaciones a la sociedad vía ingresos fiscales, fundamentales para mantener el funcionamiento de las instituciones y del gasto social», añadió.
Finalmente, el presidente de Proinba lamentó la «profunda hostilidad» hacia el sector de la construcción, «fomentada por grupos de opinión que, demagógicamente, pretenden enfrentarnos con la sociedad o paralizar nuestra actividad, sin medir las consecuencias negativas que esto pueda suponer».
El metro cuadrado de la vivienda usada en el municipio de Eivissa ha alcanzado en el primer trimestre del año un precio medio de 3.436 euros, según un estudio realizado por la web inmobiliaria www.fotocasa.es. Vila es el municipio con el precio más caro de los analizados en Balears [el precio medio en las islas fue de 2.580 euros] y se sitúa en las primeras posiciones de todo el Estado. En marzo, el precio cayó un 3,6% respecto a febrero.