El PSOE balear y Unió Mallorquina (UM) alcanzaron ayer un acuerdo que permite desbloquear la Ley de la Vivienda: se trataría de asumir un texto que aprobó el Consell de Mallorca, a propuesta del PP, instando a limitar el suelo rústico y en suprimir del redactado actual cualquier referencia a utilizar áreas de armonización del crecimiento (rústicas) para construir viviendas de protección oficial.
Ese es el acuerdo. Lo que ocurre es que el proceso de tramitación de la ley está ya tan avanzado que es imposible cambiar el texto vía enmiendas si el PP no da el 'placet'. Así lo reconoció ayer el conseller de Presidència, Albert Moragues, que, en su calidad de coordinador del Ejecutivo y de los diversos partidos que lo forman, es quien ha llevado el peso de las negociaciones.
Los pasillos del Parlament fueron ayer objeto de una serie de reuniones, más o menos discretas, para dar con una fórmula. Tanto el propio president Antich como la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, pensaban que podría producirse un acuerdo. Sin embargo, el PP no es partidario de dar a los partidos del Govern ningún tipo de facilidades. Los 'populares' quieren la retirada de la ley.
La situación en UM
UM había avalado inicialmente el texto de la ley que preveía utilizar el suelo rústico para construir viviendas públicas. Ninguno de los consellers de UM en el Govern planteó la más mínima objeción pero el cambio en la presidencia del partido (Nadal sustituyó a Munar) llevó al partido a replantear su apoyo inicial.
Ayer por la tarde continuaban los contactos para buscar una fórmula ya que Nadal no participó en ninguna de las conversaciones que se celebraron en el Parlament. Antich valoraba ayer tarde en comparecer ante los medios esta mañana.