B.MUNAR
El Consell presentó ayer un nuevo programa formativo para discapacitados que se lleva a cabo desde el mes de enero en la finca de Can Llàtzer, en el término municipal de Santa Eulària.
Este proyecto laboral se puso en marcha en el 2005 con cinco chicos que estuvieron siete meses contratados mientras hacían trabajos de recuperación de la finca.
La diferencia entre el proyecto del 2005 y el programa formativo que presentó ayer la consellera de Política Social y Sanitaria, Patricia Abascal, es que este nuevo programa tiene vocación de continuidad, es decir, antes duraba unos meses y ahora se plantea un itinerario individualizado donde se marcan unos objetivos con cada alumno. El Consell junto con el Servei de Ocupació de las Illes Balears y Aspanadif han organizado este proyecto laboral en el que se plantea un itinerario a estos jóvenes para que acaben incorporándose en el mundo laboral. Según el coordinador del Servicio de Inserción Laboral de Personas con discapacidad (SAILPD), Carlos Lara, hay un máximo de 15 plazas para este programa y de momento hay diez jóvenes apuntados.
Son alumnos que tienen una discapacidad mental y que antes de entrar en el programa no habían trabajado, por tanto la futura inserción en el mercado laboral de los alumnos es el principal objetivo del programa en el que coexisten dos proyectos: Trabajos de mantenimiento y implantación de cultivos en la finca y la adquisición de habilidades sociolaborales.
En este plan participa un técnico agrícola, dos psicólogos que llevan los talleres de habilidades sociales y un monitor de apoyo. Estos psicólogos trabajan con los alumnos las habilidades sociales como la puntualidad o bien la convivencia y el trabajo en equipo, unas aptitudes «que luego son necesarias en el mundo laboral», explicó Carlos Lara.