S. C./E.P.
El Govern denegará el título de Educación Secundaria a todos los alumnos de las Islas que no estudien la nueva materia Educación para la Ciudadanía, que se implantará en el sistema educativo balear a partir del próximo curso 2008-2009, y a la que se oponen diversas organizaciones, algunas de las cuales pusieron en marcha hace diez días una campaña de objeción de conciencia dirigida a los padres.
En declaraciones a Europa Press, la directora general de Administracions, Ordenació i Inspección Educativa de la Conselleria de Educació, Maria Gener, consideró «peligroso» que un alumno rehuse estudiar una asignatura, ya que puede obtener el título con conocimientos insuficientes sobre esa materia, pero no si la «abandona» o, simplemente, no la ha cursado, según la legalidad vigente.
Para Gener, si se da esa circunstancia, «se le debería denegar el derecho» a acceder al título de Educación Secundaria, puesto que, «nosotros no contemplamos la posibilidad de la objeción de conciencia de esta materia, porque, del mismo modo, cualquier ciudadano podría pedirla respecto a pagar impuestos, por ejemplo». Y, como conclusión a lo anterior, «nos parece que no ha lugar a esta objeción y fundamentaremos jurídicamente por qué la denegaremos», señaló.
De hecho, la directora general precisó que actualmente el Servei d´Ordenació de la Conselleria d´Educació i Cultura está preparando una respuesta «bien fundamentada» a la campaña de objeción lanzada por organizaciones como el Instituto de Política Familiar (IPF), cuyo delegado en las Islas, Agustín Buades, comentó que el volumen de declaraciones recogidas hasta ahora «todavía» no llega al centenar, aunque matizó que se trata de un proceso complejo, en el que hay que convencer a los padres de uno en uno.
El Instituto de Política Familiar (IPF), cuyo delegado en las Islas es Agustí Buades, sostiene, a través de un comunicado, que las declaraciones de la directora general «nos parecen de una ignorancia impropia de su cargo y con tufillo totalitario».
En el comunicado explican que «cuando unos padres objetan su hijo queda 'exento', pero 'no abandona' ni deja de cursar la asignatura y por lo tanto no puede ser evaluado y por consiguiente ni aprueba ni suspende», afirman desde el IPF.
«El título de Educación Secundaria lo otorga cada uno de los claustros de profesores, no ella ni la Direcció General. Deje a los profesionales ejercer su función», sostienen en el comunicado.
Desde el Instituto anuncian que van a seguir informando a los padres y a seguir presentando objeciones contra la asignatura.