La primera jornada de la visita que una docena de ejecutivos de empresas de cruceros están realizando a la isla de Eivissa finalizó ayer en el Café del Mar de Sant Antoni y con el interés de algunos de los representantes de las navieras por estudiar la posibilidad de que la Bahía de Portmany sea una de las escalas de sus rutas.
Así lo apuntó el alcalde de la localidad, Josep Sala, quien aseguró que «al menos dos de los responsables de las empresas me han asegurado que no tendrían ningún problema para venir a Sant Antoni y fondear a la entrada del puerto, sin necesidad de tener espacio para atracar».
El primer edil explicó que la impresión que le han transmitido los participantes en este viaje de familiarización con la isla «es la de una grata sorpresa por el ambiente».
Sala aprovechó la presencia de los representantes de las compañías de cruceros para volver a reclamar que Ports de Balears, dependiente de la Conselleria de Medi Ambient del Govern, acepte la construcción de un 'Duque de Alba' (una especie de muelle) y que se realice una reordenación del interior del puerto.
«Estamos interesados en recibir cruceros y el tipo de turismo que aportan, fundamental para la oferta complementaria, y para ello pedimos a la autoridad competente que autorice un recrecimiento del puerto hacia el exterior, creando dos puestos de atraque para barcos de línea o cruceros en la parte de poniente del actual dique y permitiendo una reordenación que suponga menos fondeos y pantalanes en la parte de menos profundidad», explicó.
Antes de dirigirse a Sant Antoni, los invitados al 'fam trip' estuvieron en Eivissa y mantuvieron una comida con representantes de la Autoritat Portuària de Balears que les guiaron por las actuales instalaciones y les explicaron su proyecto de reforma del puerto.