El Govern ha renovado por una temporada más el alquiler de la finca de sa Granada, cercana al cuartel de sa Coma, como vedado de caza, unos terrenos que también servirán para acoger actividades de educación ambiental. En este sentido, el director general de Medi Forestal i Protecció d'Espècies del Govern, Pere Ramón, explicó que «una vez acabe en enero la temporada de caza, se iniciarán las actividades educativas con menores, una iniciativa que ya se ha realizado en Mallorca a modo de prueba».
Básicamente, a los escolares se les tratará de transmitir «lo que significó la caza en épocas anteriores en nuestra sociedad y cuál es su significado ahora, cuando ha pasado a convertirse prácticamente en un deporte», añadió Ramón.
Las actuaciones formativas pretenden también conseguir «implicarlos en la gestión del medio forestal a través de la actividad cinegética», una intención que se aplica también a los cazadores, que también podrán formar parte de actividades formativas específicas
Actividad sostenible
Según Ramón, «lo que intentamos es que la caza se haga con unas reglas, fijando las fechas, qué se puede cazar, cómo hacerlo para mantener un equilibrio». «Las actividades educativas y de otro tipo sirven para concienciar al cazador de que cumpliendo las normas de la administración se logra una actividad sostenible», añade.
«El enfoque que tenían los cazadores antes de su relación con el entorno va cambiando y seguimos trabajando para ello. Las actividades tratan de concienciar de que el cazador forma parte de un circuito en el que respetamos la naturaleza, el campo, y al tiempo mantenemos un equilibrio de la fauna cinegética», explica.
La constatación de que los cazadores están incorporando una mayor conciencia del medio es, según el alto cargo del Govern, «en el número de denuncias de furtivos, una actividad que va cayendo aunque somos conscientes que siempre habrá».
Ramón no pudo facilitar datos concretos de las Pitiüses, pero en Balears se pasó de los 350 expedientes sancionadores de 2006 a los 220 del pasado año. La tendencia, apunta, viene de ejercicios anteriores pero no implica que se haya conseguido reducir las infracciones al mínimo posible.
El Govern ha renovado por una temporada el alquiler de sa Granada, un acuerdo por el que abonará a los dueños 20.000 euros (sin incluir el IVA).
El acuerdo permite que estas 88 hectáreas puedan usarse, además de para formación ambiental, como 'vedado social'. «Hay gente que no puede pagar un coto y los espacios libres cada vez tienen más limitaciones. Por 15 euros al día, un cazador con licencia puede practicar este deporte», explicó Ramón.
La actividad se limita a la caza menor los días, especies y cantidades fijadas por la ley. Además, sólo pueden coincidir cuatro cazadores por jornada.