S. PARRA/L. AVERSA
El Ayuntamiento de Vila tenía conocimiento de la intención de los propietarios de los aparcamientos disuasorios de la unidad número 13 de ses Feixes de impedir el acceso de los centenares de vehículos que diariamente estacionan en ellos. La alcaldesa, Lurdes Costa, reconoció ayer que en las últimas semanas se habían mantenido reuniones con los dueños de los terrenos para tratar de impedir o retrasar el bloqueo.
«Nos habían llegado noticias de la intención de los propietarios de cerrar los solares. De hecho, estas últimas semanas hemos mantenido algunas reuniones con los propietarios en las que les pedimos que mantuvieran abiertas las parcelas mientras fuera posibles porque no estaban dando un servicio al Ayuntamiento, sino que se lo daban a gran cantidad de ciudadanos», señaló Costa.
La primer edil avanzó su intención de repetir los encuentros con los propietarios «y buscar la posibilidad de alcanzar algún tipo de acuerdo». «Queremos su colaboración para que dejen abiertos los terrenos mientras no puedan usarlos ni construir en ellos», apuntó la alcaldesa. «Confío que lleguemos a un acuerdo aunque ahora lo que habrá que hacer es ver qué derechos y deberes tiene cada uno, pero está claro que en una propiedad privada son los dueños los que toman las decisiones», concluyó.
La alcaldesa se refirió así a la intención de los propietarios de los terrenos de es Pratet de vallar y limpiar la zona en la que actualmente se encuentran los aparcamientos, debido a que podrán edificar y urbanizar una vez se apruebe definitivamente el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), cuyo primer paso en su aprobación está previsto para el próximo miércoles en un pleno municipal. Esto supondría el cierre de cientos de plazas de aparcamientos disuasorios que funcionaban de forma pública durante los últimos 20 años, a pesar de estar ubicados en terreno de titularidad privada. Asimismo, se suma la cierre próximo de otro disuasorio, el que está ubicado junto a la avenida de Santa Eulària y frente a la Estación Marítima de Formentera, cuyos propietarios ya han comenzado a instalar rocas de gran tamaño para impedir el acceso a los vehículos.
Más zona azul
Respecto a la hipótesis de que no se consiga un acuerdo con los propietarios, la alcaldesa descartó la supresión de plazas de zona azul con el fin de facilitar el aparcamiento a los trabajadores y residentes de la zona. «Al revés, podríamos estudiar la posibilidad de aumentar las plazas de la ORA (Ordenanza Reguladora del Aparcamiento) porque eso supone mejorar la movilidad y proporciona más aparcamiento», defendió.
Por último, la alcaldesa defendió que la existencia de suficientes espacios de aparcamiento puesto que «existen zonas de parking en la ciudad que no están aprovechadas al cien por cien como son la de al lado de la central de GESA o la de los multicines».
La portavoz del PP de Vila, Virtudes Marí, aseguró que con el cierre de los aparcamientos de Es Pratet «Eivissa quedará absolutamente colapsada» debido a que la eliminación de plazas de aparcamiento «pasará en muchas otras zonas de la ciudad: «Por ejemplo, cuando se empiece el colegio de detrás de Correos en la calle Murcia, otra zona importantísima de aparcamiento que desaparecerá. Una obra que está prevista para el 2009», apuntó Marí para quien la eliminación de los aparcamientos de Es Pratet «era algo que todos sabíamos que ocurriría». «Hemos tenido suerte de que durante unos años las hemos podido utilizar como aparcamientos disuasorios. Lo lamentable es a pesar de haber tenido unos años de margen para poder tomar decisiones y habilitar nuevas zonas de aparcamiento, el Ayuntamiento no haya hecho absolutamente nada», apuntó la portavoz, para quien «ahora el problema se traslada a los ciudadanos, que son las personas que cada día vienen a trabajar o a comprar a Eivissa y no tienen donde aparcar sus vehículos». Para Marí, lo «peor es que el PGOU no ofrece alternativas sino un planteamiento irreal del señor Rubio que entiende que la única obligación del Ayuntamiento es garantizar que tengan parking los edificios pero no las personas que vengan a trabajar y a comprar a Eivissa, esto es no conocer Eivissa y no conocer lo malo que es el transporte público», señaló.