Cada mes, más de 200 personas de la isla necesitan los lotes de alimentos que reparte Cáritas Eivissa para poder subsistir.
La crisis está pegando con fuerza a los colectivos más desfavorecidos provocando un importante incremento en la demanda de ayudas en la alimentación, un aumento que alcanzó el 54% durante los últimos meses de 2008. Según los últimos datos de la entidad, entre octubre y diciembre se repartieron casi ocho toneladas de comida procedentes del Banco Mundial de Alimentos y de los propios fondos de Cáritas, una cifra que supera en más de la mitad a la cantidad de alimentos entregados a personas necesitadas en el mismo período del 2007. En la actualidad, Cáritas trabaja con cuatro toneladas de alimentos recogidos en los colegios e institutos durante la reciente campaña de Navidad, que se están utilizando para cubrir la demanda del mes de diciembre y de enero.
Los datos facilitados por Cáritas hablan por sí solos sobre la situación que sufren no pocas personas en la isla. Y, a la demanda en alimentación, según informa la entidad, se suma también un incremento en las solicitudes de ayudas relacionadas con la necesidad de ropa, pago de alquileres, de facturas y recibos. No es más alentador el hecho de que el comedor social cuenta con sólo 22 plazas para toda la isla, «sirve una única comida al día y está lleno de forma constante sin llegar a cubrir la demanda existente». En este sentido, según explica el informe de Cáritas, a lo largo de 2008 se sirvieron en el comedor 7.685 menús así como 2.577 bocadillos como medida paliativa ante la falta de plazas en el comedor. Además, se han derivado al Centro de Acogida Municipal otros 3.524 menús para la gente que se aloja en el albergue, por lo que el total de menús repartidos a lo largo del año pasado fue de 11.209, cuatro mil más de los 7.300 previstos inicialmente. La entidad indica que si la cantidad de menús no se ha ampliado con respecto a 2007 «es porque la infraestructura no lo permite».
Por otra parte, Cáritas alerta también «y con mucha preocupación de un grave problema de saturación en los plazos de atención del servicios sociales». En este sentido, indica que el retraso medio para una primera cita con los servicios sociales de los ayuntamientos y del propio Cáritas es de dos meses, llegando incluso a alcanzar los cinco meses en algunos municipios. Esto significa que para ser antendido por primera vez, una persona debe esperar todo este tiempo para dar a conocer su problema ante los servicios sociales de la isla. «Además de suponer un grave problema para las personas que necesitan ayuda, implica que lo cauces inicialmente pensados para la distribución de ayudas del Govern y el Consell no lo pueden hacer, a su pesar, con la lógica y debida celeridad que la situación requiere», concluye el último informe de Cáritas.
Cáritas Eivissa refleja en su informe que es fundamental, «para remediar la falta de medios, de infraestructuras y de proyectos en la atención a los colectivos más desfavorecidos» que se avance de forma decidida en la financiación y en los compromisos adquiridos por todos los ayuntamientos de la isla y por el Consell «para la puesta en marcha del ya aprobado Centro de Atención Integral». «Permitirá crear un recurso digno y suficiente para la atención de los sin techo y de personas en exclusión social grave», destaca el informe, y remarca que la propia legislación «obliga» contar con un centro de estas características. Asimismo, Cáritas recuerda que los últimos cálculos sitúan en 300 personas los 'sin techo' residentes de forma estable en la isla y destaca que se ha detectado «de forma mucho más acusada que otros años», la salida de la isla de un importante número de trabajadores de la península, de la UE y extracomunitarios «ante la falta de trabajo y el apoyo de ayudas sociales, especialmente en personas con cargas familiares».