«La verdad es que no teníamos ni idea de lo que era aquello, ni del Consell, ni del Consell General Insular, no sabíamos en absoluto lo que era», recuerda hoy el que fuera 'número dos' de la lista de Cosme Vidal, que falleció hace 8 años, y estuviera presente en aquel primer pleno, Antoni Marí Calbet. Y reconoce que llevaban «un despiste muy grande, y más en mi caso que para mí lo de la política fue un accidente».
Tal día como hoy, hace 30 años se celebraba el primer Pleno del Consell Insular d'Eivissa i Formentera. Fue un acto presidido por Cosme Vidal Juan, el 'número uno' de la lista que más votos había obtenido (Independents al Consell Insular d'Eivissa i Formentera [ICIF]). De este modo se declaró constituido con doce miembros y de acuerdo con los resultados de las elecciones del 3 de abril de 1979.
Marí Calbet recuerda que el que fuera primer presidente del Consell, Cosme Vidal, que era amigo suyo, le fue a buscar a su despacho para saber si quería ir en el número dos de la lista. Y que para convencerle le contó que era cuestión de «una hora a la semana». A lo que Marí Calbet le contestó: «Bueno, pues si es una hora a la semana, vale, me puedo meter». Al final, reconoce Marí Calbet, tuvo que «dejar hasta la carrera».
«El Consell fue una Institución que se creó de la nada, con lo que al principio no teníamos ni sitio donde trabajar. El presidente del Consell tenía un cuarto en el Ayuntamiento, pero los demás no teníamos nada, ni ordenanzas. Para el primer pleno nos llamaron para que fuéramos al Ayuntamiento, y allí elegimos al presidente del Consell, Cosme Vidal», recuerda Antoni Marí Calbet.
Según el que en 1987 fuera presidente del Consell, inicialmente ni tan siquiera tenían presupuesto, cuando necesitaban algo tenían que enviar las facturas al Consell General Interinsular de Palma. «El primer presupuesto llegó en el año 80, pero antes nada más disponía de una dotación de 500.000 pesetas» (unos 3.000 euros).
«Y con el primer presupuesto, en el año 80, llegó también el primer coche oficial del que dispuso el Consell Insular d'Eivissa y Formentera, un Seat 124. Y como ya contábamos con presupuesto contratamos a un chófer de presidencia, Miguel, que todavía continúa», explica Marí Calbet.
Relacionada con la necesidad de este primer coche oficial para el Consell, Calbet destaca una anécdota: «Estábamos tan mal, que una vez vino el presidente del Consell Interinsular, Francisco Tutzó, y atravesando los Freus, y enfadado, le dije que necesitábamos un coche, y me dijo que nos enviarían un Seat 124. Y yo le dije '¿de verdad?' Él me aseguró que sí, pero con todo yo le dije, ten en cuenta una cosa, que si no nos lo enviáis, y volvemos a pasar por aquí te voy a echar al agua. Y sí que lo enviaron. Fue el primer coche del Consell».
Y pese a que Antoni Marí reconoce que no sabían nada de política, dice que había una cosa que tenían muy clara: «Que había que luchar contra los mallorquines, porque desde siempre Mallorca había sido la 'madrastra', ni la 'hermana mayor' ni la 'madre', sino la 'madrastra'. Estaba claro que Mallorca nos había fastidiado, que nos lo quitaba todo y entonces había que luchar contra eso».
De aquella etapa inicial, dice Marí Calbet que lo más importante era «empezar a contar», «tener competencias» y "»ser alguien en Balears». Y reconoce que la primera legislatura fue «de transición» hasta que consiguieron tenercompetencias.
Ya de la etapa en la que Antoni Marí Calbet fue presidente del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, recuerda como una anécdota la visita oficial de Jordi Pujol: «Pujol vino de visita porque Cosme lo había invitado, pero se presentó aquí con toda una caravana, unas 50 o 60 personas en total. Justamente después del encuentro fue cuando fui elegido, con lo que me presentaron a mí todas las facturas. Tuve que devolverlas porque no teníamos dinero, asumimos los gastos de él y de su familia, que eran los invitados, pero de los demás no. Eso fue mucha cara».
Y ya en la primera sede del Consell, se conformó el salón de plenos, pero Marí Calbet recuerda entre risas que «era muy payés». Explica que «los sillones los tuvimos que regalar, porque eran muy cutres y nos daba vergüenza sentarnos allí. Así que fueron a parar a la iglesia de Sant Carles, eran ridículos».
El presidente del Consell, Xico Tarrés, destacó ayer en un mensaje institucional de los 30 años de autogobierno que el Consell d'Eivissa ha pasado de tener 500.000 pesetas de hace treinta años a los más de 100 millones de euros actuales (casi 17.000 millones de pesetas) previstos durante 2009. Según Tarrés, año tras año se van asumiendo nuevas responsabilidades de gestión, con compromisos «tan importantes» como el acuerdo para conseguir el traspaso de la competencia en promoción turística antes del 2011. «Esta trayectoria ha sido posible porque Eivissa y sus gobiernos han demostrado, claramente, durante estos 30 años su capacidad para asumir cada vez mayores cotas de autogobierno», añadió el presidente, que indicó que en los próximos años se hará una inversión en infraestructuras en Eivissa por parte de diversas administraciones que superará los 400 millones de euros. De hecho, Tarrés remarca que en los últimos meses se ha hecho un importante esfuerzo para incrementar «de forma espectacular» la financiación y la inversión para la isla, con «acuerdos históricos» como la compra de sa Coma y el Polvorí de Santa Gertrudis. Asimismo, destacó el compromiso de incluir la radioterapia en el nuevo hospital, la reforma del puerto de Eivissa, la modernización del aeropuerto o el nuevo modelo de red viaria, con un vial ciclista incorporado que será «visible este mismo año con el inicio de las obras de las carreteras de Sant Miquel y Sant Joan».
El presidente del Consell también quiso destacar la constitución del Consell d'Alcaldes porque los ciudadanos exigen «un mejor servicio y una gestión responsable del dinero público y que evitemos enfrentamientos o intereses partidistas».
Por eso, Tarrés acabó lanzando un «mensaje optimista» en un momento de «incertidumbre económica como muchos no recordamos» porque el Consell está desarrollando proyectos para «nuevas guarderías, una nueva sede universitaria, más centros de atención social, infraestructuras deportivas y un nuevo modelo de red viaria». Todo apostando por un crecimiento sostenible. «Podemos afirmar rotundamente que Eivissa no está en crisis; nuestras playas, nuestro paisaje, nuesro patrimonio y nuestra gente no está en crisis».