Leo Bassi se vuelve a vestir de payaso, o más bien de «bufón», cómo él se refiere a sí mismo, para subir esta noche al escenario de Magiclown y estrenar a las 22'00 horas en Cala de Bou su nuevo espectáculo,
Utopía
. «Cuando lo estrené en Madrid, a principio de año, estábamos en medio de una crisis mundial económica. Me encontré con una campaña de publicidad que no me podía imaginar para el espectáculo ya que habla de la crisis que atraviesa nuestra sociedad y de cómo podemos volver a vivir de una manera utópica», explicó ayer Leo Bassi sobre su nuevo
show. «
Sé que tengo mucho que decir sobre la realidad política y económica con esta actuación», añadió. Además, aseguró que «está totalmente en sintonía con el espíritu de la isla».
Nadie quedará indiferente ante las ideas y la puesta en escena de este agitador social, showman y clown. Así lo apuntó el responsable de Coperactiva, Iván Prado: «Queremos que el público venga preparado para un final sorprendente y para vivir una locura controlada».
Por su parte, Mª Àngeles Mostazo, concejala de Turisme del Ayuntamiento de Sant Josep, alabó la perspectiva social del festival, ya que todas las entradas de las actuaciones de la Mostra Internacional, a un precio de cuatro euros, irán destinadas a un proyecto solidario. Durante la noche de ayer comenzaron las actuaciones del programa de Magiclown, que fue inaugurado con los malabares y el humor del vigués Peter Punk, identidad secreta de Isaac Rodríguez. La Mostra Internacional fue abierta con la actuación del popular y televisivo Toni Albà.
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EL PROFESOR
Leo Bassi además de actuar en Magiclown también imparte un taller que comenzó ayer para que los aprendices a clown sepan cómo encontrar su verdadera identidad cómica. «No tiene que ser sólo en tono de humor. Se refiere a si te va el punto dramático sobre el escenario o si, en cambio, es la burla», explicó Jorge Torija, uno de los asistentes. No era de los más experimentados ya que entre los veinte alumnos había distintas relaciones con el mundo del clown. «Yo nunca he hecho nada relacionado con esto de las actuaciones, pero me está gustando mucho», añadió Torija.
Mediante distintos ejercicios de interpretación y su posterior análisis, Bassi y sus alumnos dedicaron parte de la mañana de ayer a ver las posibles reacciones del público y qué debe hacer el artista para captar toda la atención. El profesor ponía ejemplos de su propia experiencia. «Cuando yo subo a un escenario veo al público como un torrente, un río de energía que tu debes manejar o controlar», comentó en un momento de la clase.
Burlas, muecas, imitaciones, gestos de miedo o alegría fueron algunos de los recursos que emplearon dos alumnos para ver cómo respondía el público, en este caso sus compañeros de clase. El resto lo imitaba para practicar también las distintas identidades. Tras la práctica llegó el turno del maestro para evaluar el ejercicio: «Los detalles más pequeños son los que hacen que un espectáculo provoque una sensación grandiosa. Y eso es lo que tenéis que conseguir», apuntó Bassi.
N. Salazar