E.P./JUAN MESTRE
El presidente del Ejecutivo balear, Francesc Antich, remarcó ayer que el nombramiento de Miquel Angel Flaquer como presidente de UM, a partir del próximo lunes, «no afectará» a la estabilidad del pacto de Govern y manifestó que la decisión de este partido de sustituir a Miquel Nadal «no obliga» a que tenga que haber cambios en el Ejecutivo autonómico, donde, según dijo, no tiene «quejas» de ningún conseller de esta formación.
Tras reunirse con el presidente de la Federación de Entidades Locales de Baleares, Joan Ferrà, Antich recalcó que pese a los movimientos internos en UM, los consellers de Turismo, Miquel Nadal, Medio Ambiente, Miquel Angel Grimalt, y Juventud y Deportes, Mateu Cañellas, continúan trabajando y, en esta línea, resaltó que UM «sabe separar lo que es el debate dentro del partido y el trabajo que hay que hacer desde las instituciones».
Por su parte, Miquel Angel Flaquer quiere tener las manos libres para elegir al nuevo secretario general de UM y a la nueva ejecutiva. Aunque el nombre de Damià Nicolau ha sonado como posible «número dos» de UM, sus posibilidades para ser el elegido son más que escasas. Nicolau era del agrado de Nadal, pero sus desavenencias con Grimalt eran públicas. Grimalt forzó la destitución de Nicolau como gerente de Ibagua.
La ejecutiva es, ahora mismo, el principal fleco que falta para que el lunes se cierre un acuerdo global para presentarlo al Consell Polític. Flaquer también quiere tener la máxima flexibilidad para nombrar a la nueva ejecutiva, donde en principio no estarán ni Grimalt, ni Nadal, ni Mateu Cañellas. Antoni Pascual también caerá de la nueva cúpula, mientras parece seguro que continuará Josep Melià por su condición de diputado.
Una de las principales sorpresas de la nueva ejecutiva puede ser la entrada de Francesc Buils, ex conseller de Turisme.