El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Eivissa, Vicent Torres, está a punto de enviar al Consell la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para su aprobación definitiva. Un documento esperado desde hace años, no exento de polémica, y del que dependen multitud de infraestructuras públicas de la administración municipal, insular, balear y del Estado.
-Siempre dice que el PP por una cuestión política no aprobó el PGOU en la pasada legislatura. ¿Ahora puede decir que tiene todo el viento a favor con el mismo color político en el Consell?
-Por supuesto que sí. Se nota de una manera meridiana la diferencia que hay ahora mismo en el Consell con lo que había antes. Está claro que son cuestiones políticas pero que no deberían llegar a perjudicar de una manera tan ostensible una necesidad de un municipio como es un planeamiento urbanístico. Son cosas que no deberían pasar pero que sí pasan y que perjudican a los ciudadanos.
-¿Ha recibido muchas presiones a lo largo de estos años de tramitación?
-Sí, pero todas han sido presiones legales, en absoluto fueron de carácter ilegal. Fueron las presiones lógicas de aquella persona que en su propiedad quiere construir X y que la administración le dice que puede construir menos. Hemos llegado a contenciosos y querellas pero fueron las presiones lógicas.
-Presionaron sólo particulares o también administraciones.
-También administraciones, lógicamente, por intereses políticos. Fueron las presiones por parte de los equipos de gobierno de la oposición. Tengo que decir que en muchas fases de la revisión del plan no han sido tanto presiones sino incumplimientos que se han paseado sobre el filo de lo ilegal.
-¿Algún caso en concreto?
-El más flagrante de todos ha sido el caso de Eivissa Centre. Después de tener la modificación más que aprobada, después incluso de que el Consell Consultiu de les Illes Balears hubiera contestado a las dudas que tenía el Consell y las hubiera dado por válidas, el Consell, en aquel momento en la persona de su presidente [Pere Palau] se sacó de la manga otras razones para retrasar aún más el proyecto cuatro años. Estamos hablando que todo lo que es Eivissa Centre, como los realojados, un parking subterráneo debajo de Sa Graduada, la Delegación del Gobierno, los juzgados y un auditorio, que podrían estar construidos hace cuatro años. Es un claro ejemplo de que la pelea política al final acaba perjudicando al ciudadano. Esto debería estar prohibido, no deberíamos poder jugar con estas cosas.
-Llevan casi dos legislaturas para aprobar el PGOU.
-Sí, pero yo desde el 2003. Cuando me hice cargo de la regidoría de urbanismo me encontré un avance del plan general con una visión muy optimista, muy fresca, pero poco adaptada a la realidad tanto económica como de posibilidades del ayuntamiento. Estamos hablando de que se bajaba muchísimo más la edificabilidad, lo que significaba muchas indemnizaciones. Por tanto tuvimos que adaptarnos y bajar un poco a la realidad. Por eso considero que el inicio de la revisión del plan general se hizo en 2003. Del 2003 al 2009 son seis años y descontando los dos años que estuvo parado en el Consell nos quedamos en un período de cuatro años, un tiempo bastante aceptable para lo que es el municipio de Eivissa, muy pequeño, con escasez de suelo urbano y con una gran presión especulativa.
-¿Cuánto hubieran supuesto las indemnizaciones?
-Es incuantificable, imposible, hubiera costado miles de millones. Lo que sí hemos intentado es moldear aquello que estaba hecho en muchas unidades de actuación porque antes se tenía la idea de que las cesiones al ayuntamiento debían ser aquellos solares que carecían de valor y esto debía cambiar. Ahora los solares públicos pasaron a ser los mejores, los que están adelante, los más soleados y accesibles.
-Y en contrapartida el Ayuntamiento recibió mucho dinero por la cantidad de licencias de construcción que otorgó.
-Efectivamente, pero también ha tenido muchos gastos y todos estos ingresos se han traducido en multitud de inversiones. Quiero recordar que en los años que van desde 2002 hasta hoy prácticamente se ha renovado todo el saneamiento de la ciudad, las aceras, se han construido multitud de equipamientos que no teníamos, se hicieron las avenidas 8 d'Agost y España, inversiones en patrimonio, el sistema de recogida de basuras, muchas cosas que antes no estaban y que se han hecho aprovechando este boom que por una parte nos ha traído riqueza pero que por otro lado nos ha traído un crecimiento desmesurado que estamos pagando ahora, porque hemos puesto nuestra riqueza en un sector equivocado.
-¿Qué obras iniciará primero la administración cuando el Consell apruebe definitivamente el PGOU?
-Con la aprobación del plan general se abre la posibilidad de que tengamos muchos terrenos para ceder a diferentes administraciones para construir todos los equipamientos necesarios. Por ejemplo, el hospital, la escuela de sa Joveria y Mare Nostrum. También se podrá empezar la reforma del primer cinturón de ronda, los carriles bici, la posibilidad de empezar con las VPO y el parque de Ca n'Escandell y también el polideportivo que está previsto que construya el Consell en este mismo barrio. Son obras de futuro pero que ya podremos empezar con el plan general.
-¿Cuál fue la peor oposición al plan?
-La parte más polémica y la parte más mediática fue la de ses Feixes, porque se ha hecho bandera. Ahora mismo los propietarios nos acusan de que no somos dialogantes, pero quiero recordar que entre 2003 y 2006 se mantuvieron multitud de reuniones y no fuimos capaces de concretar un acuerdo. Hemos sido dialogantes, lo que pasa es que el diálogo tiene un principio y tiene un final. Por tanto, diálogo sí, pero con un fruto.
-¿Y se podrá comprar ses Feixes?
-Aquí lo que ocurre es que hay especulación con el valor de ses Feixes. Una cosa es el valor que tiene el terreno y otra cosa es el valor que se le quiere dar en base a unos rendimientos futuros. Pero la ley es muy clara en este aspecto: la tierra rústica tiene un valor y la urbana tiene otro, pero nunca en función de lo que pueda tener en un futuro. Esto probablemente se resolverá en los tribunales si no se llega a un acuerdo con los propietarios. A mí me gustaría que se pudiera llegar a un acuerdo y que las administraciones que en su momento han dicho que se harían cargo sean las que actúen en este caso.
-¿Qué administraciones?
-Es una zona que está afectada por la zona portuaria y se han dado muchos casos en los que ha sido el propio Ministerio el que ha regenerado los terrenos, los ha comprado y ha pagado indemnizaciones. Entonces el Ministerio de Fomento, el Govern balear o el Ministerio de Medio Ambiente, cualquiera de las administraciones implicadas tiene que dar la cara y pagarles los terrenos a los propietarios lo mejor posible para que ellos se sientan compensados. Es muy difícil que se sientan compensados al cien por cien porque sus expectativas eran muchas y eran incluso superiores a la realidad.
-¿El PGOU impide el vial que temen los ecologistas que atraviese ses Feixes de Talamanca para descongestionar el futuro puerto de Eivissa?
-Este vial no existe ni existirá nunca. En nuestro ánimo está que ses Feixes de es Prat de ses Monges se conserve tal cuál está y con todas nuestras fuerzas nos opondremos a cualquier proyecto de cualquier vial que pueda pasar por ses Feixes.
-¿Qué opina de que la Conselleria d'Educació culpe al PGOU del retraso de la ampliación de colegios como Sa Bodega?
-Niego rotundamente que dependan de la aprobación del Plan General, ni el colegio de Sa Bodega, ni Can Cantó, ni la reforma del Poeta Villangómez. Sa Bodega ha dependido de una modificación del proyecto y de un estudio de detalle que ya se ha hecho y que únicamente está pendiente de un informe por parte del Ayuntamiento, por lo que si no hay ningún problema se podrá dar luz verde en los próximos días. Pero la necesidad perentoria de ampliarlo no la teníamos el año pasado, apareció este ño porque se habían previsto menos plazas. En cuanto al colegio Poeta Villángómez, lo que se ha hecho es darle una licencia para que pueda hacer unas reformas porque se construyó en los años 90 con unos parámetros diferentes y ahora hay que adaptarlo. Y la segunda fase del colegio de Can Cantó se podría haber hecho hace muchísimos años y vendría a solucionar prácticamente todo el exceso de demanda que hay, pero no se hizo. Decir que construir el colegio de Sa bodega es urgente cuando hasta ahora no lo había sido cuesta un poquito de encajar. La responsabilidad absoluta y total de la Conselleria no es, pero tampoco lo es del Ayuntamiento. Así que repartámonos aciertos y responsabilidades.
-¿Y la Comisaría?
-Tampoco depende del plan general. En un momento determinado si el Ministerio hubiera adaptado el proyecto a lo que era el planeamiento se hubiera podido construir antes. Entiendo que puede ser costoso, pero está claro que se hubiera podido modificar el proyecto si se hubiera querido.
-¿Las aulas prefabricadas estarán construidas para el inicio del año lectivo?
-Sí, según la Conselleria estarán hechas y si nosotros vamos rápido también y, si no, asumiremos la responsabilidad. Pero no es siempre el Ayuntamiento el que tiene que asumir las responsabilidades. Es fácil echarle la culpa siempre al más pequeño y al más débil, al Ayuntamiento, mientras que éste muchas veces y con mucho esfuerzo consigue los solares para hacer equipamiento. Por eso quiero hacer una reivindicación absoluta de la capitalidad del municipio de Vila.
-¿Por la cantidad de solares que tiene que ceder?
-Sí, no puede ser que Eivissa, un municipio que tiene de siete kilómetros cuadrados de terreno susceptibles de ser edificados, y teniendo que ceder solares para el hospital insular, para la comisaría insular, para los juzgados insulares, para la delegación de gobierno insular, para los juzgados insulares, etc., etc., etc., no tenga el estatus de capital y con ello las retribuciones que comporta ser capital. Éste es un coste que Eivissa no puede soportar y sus ciudadanos, tampoco.
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