Con el buen tiempo y las vacaciones, llegan las escuelas de verano. Si durante el invierno toca estudiar, ahora es momento de divertirse y pasarlo bien. Y eso es lo que ofrecen las escuelas de verano de Sa Graduada, Portal Nou y Casal de Joves. Actividades lúdicas en grupo que no dejan que ningún niño se quede en su casa durante los meses de julio y agosto. Este año, además, Casal de Joves incorpora actividades para jóvenes de entre 12 y 16 años, una iniciativa de este verano.
600 son los niños que participan este verano en estas tres escuelas, que además de ofrecer actividades diarias que les ayudan a recordar lo aprendido durante el año académico, organizan campamentos y excursiones semanales. Como comenta Belén, técnica de juventud y organizadora de las escuelas de verano, «tenemos tres áreas temáticas: teatro, inglés y habilidades sociales. Por otro lado, también organizamos días de piscina y una vez por semana vamos de excursión a la playa, al cine...».
Según ella, los niños tienen muy claro cuales son sus actividades preferidas: «Sobre todo las de agua. Todo lo que tenga que ver con la piscina o las mangueras del patio les encantan». Además, añade: «El momento del patio también es de sus favoritos, aunque cuando están en clase también se divierten, ¿eh? Ante todo, queremos que se lo pasen bien ya sea en clase o en una excursión. Y si además aprender, mejor que mejor».
Los encargados de controlar a los niños son 60 monitores, repartidos entre los tres centros. Según Nahuel, encargado de las clases de teatro en Portal Nou, «mejoramos las relaciones interpersonales entre los niños a través de juegos teatrales, que a la vez les hacen moverse y expresarse corporalmente». Él asegura que hay niños increíbles para su edad: «Cada clase genera alguna anécdota. Siempre hay algún niño que me sorprende».
Respecto a la iniciativa de Casal de Joves de organizar una escuela para chicos de entre 12 y 16 años, Ana, su directora, comenta: «Nosotros hacemos actividades al aire libre, porque a estos chicos ya no les gusta estar en una aula en verano. Tenemos planeado hacer vela, escalada, buceo, clases de capoeira, talleres de graffittis...». Esta escuela de verano cuenta con dos monitores, Ruth y Javi. Ellos explican que al principio les asustaba tener a chicos mayores, pero ahora están encantados: «Hay muy buen rollo entre los chicos y nosotros. De vez en cuando hacen alguna gamberrada, pero en general nos lo pasamos muy bien». Por otro lado, comentan: «Cuando más se ríen es cuando los monitores metemos la pata o cuando nos dan algún pelotazo». Los chicos dicen que no quieren saber nada de matemáticas, y es que después de todo, el verano es para divertirse. Marina Bonet